Acaban de atracar en la ciudad. Un grupo de jóvenes
‘freelance’ documentalistas pretende descubrir Ceuta de una
manera limpia, despejada del morbo, exenta de droga e
inmigración. Por fin, una Ceuta como referencia para el
mundo y paradigma para una Europa que estará formada por una
miscelánea de culturas dentro de varias generaciones.
“Pretendemos evitar tratar a Ceuta como una mezcla de
culturas y centrarnos más en Ceuta como una muestra de la
alianza de civilizaciones”, comentaba Miguel Ángel Lasida,
de 30 años guionista del documental, además de redactor del0
‘Diario de Sevilla’. El equipo está formado además por Ginés
Quiñonero, un murciano especialista en realización y montaje
que no llega a los 30 años; Gerardo, fotógrafo; Mar Ortiz,
diseñadora gráfica y trabajadora de ‘Diario de Cádiz’; y
Francisco Pérez, documentalista.
A la ciudad han llegado los tres primeros, el resto se
mantiene en la distancia y es que el presupuesto deben
administrarlo con primor. La coproductora ‘Freesur
secuencia’ es el motivo del viaje de estos jóvenes
comunicadores, que cuentan con un millón de pesetas para
elaborar el documental. Hace cuatro meses llegaron a la
ciudad con la intención de ser unos retratistas más del
“manido” problema de la inmigración. Durante su estancia
aquí descubrieron una esencia entre sus gentes distinta a lo
que se cocina en el resto de España, un lugar desconocido y
prejuiciado por Europa y por este país. “La mezcla de las
cuatro culturas, la espiritualidad de la religión, la
convivencia entre el cristiano y el musulmán” fueron a
juicio de Ginés, motivos por los que decantarse por la
ciudad de las fortalezas. “También nos interesó Ceuta como
enclave geoestratégico, su tradición militar, sus aspectos
políticos y sociales tan peculiares”, explicaba Miguel
Ángel.
Durante los 15 días que van a permanecer en la ciudad, han
programado una serie de entrevistas con personajes de la
‘logística’ ceutí. Entre ellos se encuentra Laarbi Maateis,
presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta (UCIDCE),
el hermano Aurelio, de los franciscanos, el brama de la
comunidad hindú, el sacerdote Dushi o Jacob Hachuel,
historiador perteneciente a la comunidad judía. Ayer, en la
Comandancia General se interesaban por tomar imágenes de la
fortaleza del Hacho.
“Queremos encontrar personajes que confluyan en la cultura
ceutí”, indicaba Miguel Ángel. “Hay que mezclar historias
personales con símbolos ceutíes”. Mañana se proponen grabar
la procesión de la Virgen del Carmen por la Almadraba. Para
ello cuentan con el respaldo de la coproductora, con
material de alta calidad y con ideas frescas; pretenden
caracterizar a aquellas personas a las que entrevisten,
regresar dentro de un año y descubrir el arco de
transformación que cada unon de ellos ha sufrido en acción
del día a día. Cómo han conseguido o no, cada uno de ellos,
los objetivos marcados.
El trabajo de freelance, según reconocía Gerardo, encargado
de la fotografía y de la estética de la imagen, es una
manera de trabajar con libertad, pero a la vez supone una
“incertidumbre, porque no sabes si vas a pagar el alquiler
dentro de dos meses”.
La amistad que les une no es impedimento para realizar un
buen trabajo. Ginés ha adquirido también el encargo de ser
el padre del grupo, a pesar de ser el más joven. “Me encargo
de despertarlos, de coordinar un poco el grupo y de ponerles
las pilas cuando se duermen”, expresaba Ginés. Viven en una
casa que han conseguido prestada en Millán Astray y está
prohibido perder el tiempo, como también está prohibido
saltarse la escaleta de trabajo.
Cuando terminen el documental negociarán con las
productoras. Una de ellas, medio convencida ya del producto,
será la que se encargue de mover el resultado para que tenga
recorrido a través de la televisión. La fotografía, el
sonido, los planos, los entrevistados, cada momento es único
para conseguir reflejar a Ceuta como paradigma de la
sociedad europea del futuro.
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