Me refiero al que se dedicó en la
tarde del jueves a Miguel Ángel Blanco, aquel joven concejal
de Érmua, que fue asesinado vilmente, hace once años, por
esa canalla que tantas bajas inocentes ha ocasionado en
nuestro país.
Nuevas Generaciones, esos jóvenes populares que son llamados
a “tirar del carro” en el futuro, fueron los promotores, y
si bien es cierto que no hubo mucho público en esa
concentración de la Plaza de la Constitución, si deben estar
satisfechos de que estuvieran los que tenían que estar,
aquellos que llevan el compromiso más en su corazón que en
la simple agenda del día a día.
Además, Nuevas Generaciones tuvo el apoyo, el único pero
válido, de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, que en
casos como este nunca fallan, porque saben muy bien que
ellos, también, están siempre en el punto de mira de
aquellos que tienen como única razón la fuerza de las
pistolas.
Muy bien por parte de Nuevas Generaciones y por la
Asociación Víctimas del Terrorismo, que estuvieron en su
sitio.
Oficialmente, al menos, parece que otras entidades no
estuvieron, tendrían cosas más importantes que hacer, y no
podían perder cinco minutos en ese homenaje a uno de los que
cayeron en la flor de su vida, por haber cometido el “gran
delito”, en aquellos momentos de ser concejal del PP. Y ya
es curioso que el PP, o algunos del PP que están en la mayor
parte de los acontecimientos que hay en la ciudad, no
tuvieran esos pocos instantes para recordar a Miguel Ángel
Blanco.
Sencillamente, lamentable. Y Ceuta que es sensible a todo lo
que ocurre, dentro y fuera de la ciudad, posiblemente por
cuestión de horario, no se volcó en esta concentración.
Nuevas Generaciones presentó fotos con el rostro de aquel
joven, Miguel Ángel Blanco, que hace ya 11 años hicieron
desaparecer quienes no entienden otra razón más que apretar
el gatillo. También colocaron velas y las banderas de
España, Ceuta y el País Vasco.
No debemos olvidar que Miguel Ángel Blanco era vasco, era
concejal de Ermua y tenía tantos derechos y le dolía tanto
el País Vasco como le puede doler, si es que le duele, a
cualquiera de esos pistoleros que sólo hablan con el fuego
de las armas.
Tras el acto de la Plaza de la Constitución se lanzaron
rosas y se abandonó la plaza.
En el acto se leyeron manifiestos de la AVT y de NNGG,
manifiestos muy emotivos, especialmente el de la presidenta
de la AVT en Ceuta, en el que se resaltaba lo que
representó, en aquellos momentos, la desaparición de Miguel
Ángel Blanco, y el despertar de todas las gentes, fueran
cuales fueran sus formas de pensar.
También el Secretario de Comunicación de Nuevas Generaciones
dijo que:” el ejemplo de Miguel Ángel Blanco desembocó en el
espíritu de Ermua, que representa la máxima expresión de la
libertad”.
Quienes participaron, sentidamente, en este homenaje,
echaron de menos la presencia, en esta ocasión, del
presidente de la Ciudad, que no suele faltar nunca a actos
de este tipo y que en la tarde del jueves, posiblemente, por
otro tipo de compromisos no estuvo en la Plaza de la
Constitución.
De otras ausencias no vamos a hablar, ni siquiera del PP,
porque con seguridad, algunos de ellos tendrían ocupaciones
más llamativas. ¡Qué pena!.
|