Y he aquí que uno de los que
estaban con Jesús, tirando de la espada hirió a un criado
del príncipe de los sacerdotes cortándole una oreja.
Entonces Jesús le dijo: vuelve la espada a su vaina porque
todos los que se sirvieran de la espada por su propia
autoridad, a espada morirán”.
Viene este pasaje del Evangelio a cuento de las vicisitudes
por las que está atravesando el actual presidente del Fútbol
Club Barcelona Joan Laporta a quien los socios de su entidad
no le han dado su confianza para que siga rigiendo los
destinos de la entidad y a pesar de ello, el Sr. Laporta,
después de haber promovido la destitución de Joan Gaspar y
echar por tierra una labor de veintidós años llena de éxitos
por parte del presidente Josep Lluís Núñez, insiste en
permanecer de presidente, se empeña en mantenerse en la
poltrona, a pesar del criterio que le ha supuesto lo que
pudiéramos llamar el referéndum de hace unos días donde mas
del sesenta y dos por ciento del censo de votantes le
negaron su confianza y que ocho miembros de la directiva,
entre ellos los tres vicepresidentes, hayan solicitado su
dimisión de tales cargos.
Se asemeja esta situación a la de algunos dirigentes de
grupos políticos que son capaces de ejercer cualquier
fechoría (entiéndase traición a compañeros de partido, a
miembros del gobierno del que dependen, a amigos o
compañeros) con tal de auparse en lo mas alto de donde se
propusieron escalar sin importarles medios empleados,
“cadáveres dejados en la cuneta”, ni tampoco ilusiones o
agradecimientos hacia quienes le facilitaron su acceso al
puesto político que venían desempeñando.
No se merece el F.C.Barcelona, ni sus más de 150.000 socios,
ni sus 1.800 peñas repartidas por todo el mundo, ni la
ingente cantidad de simpatizantes residentes en toda la
geografía nacional y universal el lamentable espectáculo que
se les viene ofreciendo porque un señor, que por lo visto
quiere acceder a la política a través de su “visca Catalunya
llibre”, haga olvidar a quienes sienten los colores
azul-grana las 18 Ligas ganadas, 24 Copas del Rey, 7
Supercopas, 2 Ligas de Campeones de Europa, Copas Latinas,
de Ferias, etc.
Ahora, no obstante, trata Joan Laporta, como suele hacerse
en estos casos por políticos experimentados, ganar tiempo
hasta llegado el momento en que se someta a “consulta
vinculante” en la Asamblea General de Compromisarios que
piensa convocar próximamente, después de celebrados dos
partidos de liga y una eliminatoria de la Champions,
consulta que vendrá con vientos favorables caso de que a
Josep Guardiola se le den buenos resultados (a victoria por
partido) en las confrontaciones previas. De lo contrario,
vemos a Laporta, como le pasará a muchos políticos,
recogiendo el mismo fruto producido con sus acciones contra
Joan Gaspar y en su próximo encuentro con las peñas, como
decíamos al principio, podría ser que le obligaran a guardar
la espada en su vaina o, como se suele decir, le den el
mismo trato que él le dio a Joan Gaspar. En una palabra: que
debe tener en cuenta Laporta que “el que a hierro mata, a
hierro muere”.
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