“En Pekín estaré al cien por cien”. Guillermo Molina, uno de
los mejores jugadores del mundo y la ‘estrella’ de la
selección española, tranquiliza de este modo a los
aficionados que puedan estar preocupados por no haber visto
en el Europeo de Málaga, en el que España acabó en la
séptima posición, al jugador que ha deslumbrado esta
temporada en la Liga italiana.
En una entrevista concedida a EFE, Molina explica que, al
igual que el equipo, va progresando “peldaño a peldaño” y
que todo está perfectamente planificado para que su juego
vuelva a explotar en la próxima cita olímpica.
Se incorporó más tarde
El jugador ceutí acabó más tarde que el resto de sus
compañeros la temporada regular (llegó con el Brixia
Leonessa Brescia a la final de la Liga italiana) y se
incorporó a la selección con unos días de retraso respecto
al resto del grupo. “Cuando acabé la temporada en Italia
tuve diez días de descanso y, cuando llegué a la
concentración, el resto ya tenía una colchón en su
preparación que yo todavía tenía que adquirir. Es cierto que
aún no he alcanzado mi pico de forma”, explica el
waterpolista caballa.
El seleccionador Rafa Aguilar sabía que no podría contar con
Molina al cien por cien para este Europeo, así que la idea
era ir dando mayor protagonismo a otros jugadores con vistas
a los Juegos de Pekín. “Este torneo nos ha servido para que
otros jugadores entren más en juego y vayan adquiriendo más
responsabilidades. Todo forma parte de la planificación para
la Olimpiada. Cuando llegue el momento, tendremos jugadores
con más confianza dentro del agua y no todas las decisiones
las tomaremos Felipe (Perrone), Xavi (García), Iván (Pérez)
o yo”, aclara.
Objetivo: Pekín
Para Molina, “todo lo que la selección ha hecho en Málaga,
sumará para Pekín”, por eso no ve motivos para alarmarse, ya
que colgarse una medalla en el Europeo era un objetivo
demasiado ambicioso a estas alturas de la preparación
olímpica. Después de conseguir sendos bronces en los últimos
Campeonatos de Europa y del Mundo, el objetivo del combinado
de Rafa Aguilar es subirse al podium en la cita de Pekín.
El jugador ceutí cree que “aquí hemos llegado en el estado
de forma que necesitábamos para estar al cien por cien para
los Juegos Olímpicos. Eso no quiere decir que viniésemos a
tirar el Europeo, todo lo contrario. Con el apoyo del
público, queríamos hacerlo bien, pero la idea era llegar e
ir progresando en cada partido para terminar como hemos
terminado la competición”, se justifica.
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Un palmarés al que sólo le falta un metal olímpico
A sus 24 años Guillermo Molina
está considerado el mejor jugador de la selección española y
uno de los mejores del mundo. En su brillante curriculum
está el oro del Mundial de Fukuoka’01 (sólo tenía 17 años) y
la medalla de bronce del Mundial de Melbourne’07 con una
gran aportación del ceutí considerado el M.V.P. (jugador más
valioso del torneo). Uno año antes se colgó la medalla de
bronce en el Europeo de Belgrado. A Guillermo Molina, que
participó en los Juegos de Atenas’04 en los que España fue
sexta, sólo le falta colgarse una medalla olímpica. “En
Pekín hay que ir paso a paso”, asegura.
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“Nos tocó el grupo de la ‘muerte’ y el Europeo son seis
finales seguidas”
Guillermo piensa que si el sorteo
hubiese sido otro, los objetivos tal vez habrían cambiado,
“pero por desgracia nos tocó el grupo de la ‘muerte’”, en
referencia a rivales como Croacia, campeona del mundo,
Hungría, campeona olímpica y Montenegro, “una selección
joven y con hambre que me ha sorprendido gratamente por lo
bien que ha jugado”.
Molina se muestra cercano, reflexivo y rehuye hablar de si
mismo, porque sabe que el waterpolo es un deporte de equipo.
Asegura que Pekín será otra historia. “En unos Juegos o un
Mundial se disputa un partido cada 48 horas y los jugadores
estamos más finos, porque tenemos tiempo de descansar y
preparar bien cada encuentro. Un Europeo son seis finales
seguidas a cara de perro y acarrea una carga física que hace
que no sea un torneo brillante. Aquí gana el que mejor tono
tenga y menos se desgaste”.
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