El principal problema para conservar el coral de Ceuta es el
deterioro que produce en el fondo marino el anclaje de los
barcos en el perímetro litoral de la ciudad según explicó el
presidente de Septem Nostra, Jose Manuel Pérez Rivera. Se
está observando además la aparición de especies exógenas que
buscan latitudes más altas por el calentamiento de la
temperatura del mar debido al efecto invernadero.
Un tercio de los corales de todo el mundo están en peligro
de extinción según se ha constatado en un estudio realizado
conjuntamente por la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (UICN) y Conservación
Internacional (CI) con el objetivo de incluir a estos
pólipos en la Lista Roja de especies amenazadas.
Las principales causas de amenaza que se citan en el estudio
son el cambio climático y la contaminación costera.
Greenpeace situó a Ceuta hace poco en su informe anual
Destrucción a toda costa como uno de los puntos negros del
litoral español precisamente por derramar las aguas fecales
al mar sin depuración previa. Sin embargo “no creo que sea
la contaminación el principal problema del coral porque se
encuentra situado a una profundidad suficiente como para
evitar sus efectos” explicó el presidente de Septem Nostra,
José Manuel Pérez Rivera. El arrastre que hacen las anclas
del material del fondo marino es el peligro mayor para este
animal: “Nosotros hemos propuesto que se limiten las zonas
donde los barcos puedan fondear y evitar esta actividad tan
típica del verano en determinados puntos del litoral con
valor medioambiental”.
Una de las actividades que esquilmó la población del coral
rojo, una especie muy apreciada por los buceadores y que se
da en las aguas ceutíes a una profundidad menor que al resto
de España, fue su sobreexplotación durante el pasado siglo,
es una clase de actividad que hoy en día ya no se realiza.
El coral es un buen bioindicador de la salud de los mares.
En muchos lugares del mundo el coral está muriendo por el
ascenso de temperaturas que provoca el efecto invernadero:
“Se ha observado un hecho bastante curioso y es que algunas
especies de coral que no estaban aquí están llegando al
buscar aguas más frías” indicó Pérez Rivera. Estas especies
de pólipos procedentes de las regiones tropicales buscan
latitudes más altas para encontrar un medio ambiente más
benigno con sus características. Los arrecifes de coral,
cuya formación requiere millones de años, son el hábitat de
un 25 por ciento de especies marinas.
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