Veo en la prensa del martes una de
esas noticias que no me gustaría ver jamás en la prensa
escrita, en la televisión, ni tampoco oír en ninguna emisora
de radio, por cuanto afecta, en pleno corazón, a la
seguridad y al orden de nuestra tierra.
Se dice, en la completa información que firma Antonio Gómez,
en nuestro periódico, El Pueblo de Ceuta, que puede correr
peligro el ojo izquierdo de un Policía Local, que mientras
cumplía con su sagrado deber, en beneficio del orden que
debe existir, fue agredido por un impacto, más concretamente
una pedrada, desde uno de los montículos existentes junto al
Príncipe Felipe.
La situación, en cuanto a orden y seguridad, en ciertas
zonas del territorio ceutí, es más que problemática y parece
que, a pesar de la poca extensión de los dominios de Ceuta,
o no se puede, o no se quiere que eso esté normalizado.
Es cierto que vienen muchos problemas de tiempos
inmemoriales, pero no menos cierto es que hay quienes se
saltan la ley y el orden establecido, sin recibir su
merecido.
Además de este Policía Local, también un Policía Nacional
recibió una pedrada en la rodilla, aunque este no fue herido
de gravedad.
El Policía Local estaba cumpliendo con su obligación, propia
del servicio que le correspondía, cuando intentaban llevarse
un vehículo que no tenía la documentación en regla.
Ya era más de media tarde, el domingo, y la grúa se iba a
llevar un coche que además de encontrarse mal aparcado, no
tenía documentación. Aquí estaba el “delito” de un Policía
Local, velar por hacer cumplir la Ley, sea quien sea el
dueño del vehículo “indocumentado”.
Fue entonces cuando comenzó la lluvia de piedras contra la
policía, que en principio no pudo hacer más que resguardarse
tras el vehículo, en tanto que llegaba la Policía Nacional
para poder intervenir usando, incluso, material
antidisturbios.
La pregunta está en la calle ¿Tan difícil es hacer entrar en
orden a estos, pocos, personajes, que se toman la justicia
por su mano? Porque ahora vienen los reconocimientos, los
abrazos, el “era muy bueno”, pero esa situación de gravedad
por la que pasa en estos momentos el Policía Local no se la
quita nadie, y si pierde el ojo, ni lamentos ni nada
parecido. Y no nos vale luego eso de que era insolvente el
agresor.
Esto empieza a pasar de “castaño oscuro” y más cuando ese
vehículo intervenido ya había estado involucrado hace un par
de meses en un intento de atropello a un Policía Local,
cuando pretendía saltarse su conductor un control policial.
¿Qué pasó, pues, entonces? ¿Es que se le dejó ir “de
rositas”?. Estas y otras preguntas se hacen muchos ceutíes
que por haber aparcado mal, por ejemplo, además de la multa
han tenido que pagar el servicio de la grúa.
No queremos pensar que aquí puede hacer lo que quiera quien
lleva la fuerza por delante, mientras los que guardan el
orden, de ordinario, una vez que se equivoquen sobre ellos
sí cae la ley, sobre los otros no.
El Policía Local, pues, tuvo que ser llevado al Hospital
Civil, y después, claro está, han llegado todos los apoyos
de las autoridades y demás, ahora bien, de la otra parte
¿Hay detenidos? ¿No los hay? ¿Por qué seguía ese vehículo
sin decomisar tras los incidentes de hace dos meses?. Muchas
preguntas que alguien debe responder, porque aquí pagamos
impuestos para algo.
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