Los congresos que celebran los
diferentes partidos políticos, digo yo, servirán para algo.
No es de recibo que se reúnan unas miles de es de criaturas
para no solucionar nada. Sigo creyendo que, en esos
congresos, se darán las directrices oportunas de la línea a
seguir por el partido sobre determinados asuntos.
Todo esto me parece muy bien. Lo que no me parece nada
lógico es que, de antemano, se sepa quién o quiénes van a
ser los que ocuparán puestos importantes dentro del partido
y si, por una de esas casualidades de la vida, sale alguna
voz critica esa, desde luego, no sólo no sale en la foto sin
o que tiene menos porvenir, dentro del esquema del partido,
que un mono con vértigo.
Soy de los que piensan, que las críticas, siempre que sean
constructivas, son muy importantes y muy a tener en cuenta,
porque de ellas se pueden mejorar ciertas cosas, que no
están también como los mandas creían.
Otra cosa es que a los mandas no les interese, lo más
mínimo, esas criticas y entonces deciden cortar por los
sano, al llamado sector critico dentro del partido que, sin
duda alguna será mandado al ostracismo político por haberse
atrevido a criticar lo que, a su juicio, no se está haciendo
bien.
Si no existe el sector critico, mal camino lleva el partido
que aparta de él todo un sistema democrático a la hora de
elegir a los que quieren que les manden, para convertir la
lección en un ordeno y mando que en nada se parece a la
democracia interna del mencionado partido. Quien esté libre
de pecado que tire la primera piedra.
Los congresos, a nivel nacional, de los grandes partidos se
han celebrado y, en ellos, se han tomado las medidas que los
mandas han creído convenientes tomar e incluso han habido
cambios de algunos personajes por otros, en la creencia de
que se estaban quemando y había que renovar. Ya lo dijo
aquel, renovarse o morir. Y. naturalmente, los partidos han
decidido renovarse.
Pronto, en cuanto pasen los calores, se celebrarán los
congresos regionales de cada partido y en ellos, cómo no, se
tomarán las medidas oportunas que crean convenientes los
mandas del asunto. Serán muchos los mandas que repetirían en
sus cargos, como presidentes del partido en algunas
ciudades.
Aquí, en la nuestra, en esta tierra que nos vio nacer, la
cosa está más clara que el agua, en cuanto a los populares
se refiere y al personaje que durante otros cuatro años,
después de celebrar el congreso regional, estará la frente
del partido
Juan Vivas, le da todo su apoyo, en esas elecciones al
actual presidente, Pedro Gordillo, y lo que decide Juan
Vivas va a misa. Después de saber eso no creo, ni por asomo,
que haya nadie que presente su candidatura a la presidencia
regional del Partido Popular.
O sea, las cosas claras, que a la hora de elegir el
presidente, por otros cuatro años, no es necesaria votación
alguna, porque sólo va a haber un candidato. No me apunto el
tanto porque eso lo sabe hasta el más tonto de este pueblo.
Vale, colega.
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