La historia de las mujeres es la de un colectivo que, con el
paso del tiempo, va superando las barreras sociales
impuestas por la tradición. Desde el punto de vista de la
investigación universitaria maría del mar fuentes, profesora
titular de organización de empresas de la universidad de
granada (UGR) ha estudiado la casuística del fenómeno
emprendedor entre las mujeres.
Está segura de que “el potencial emprendedor de la mujer
debe salir a la luz y potenciarse” ya que, según mantiene
“es fundamental para el crecimiento económico y laboral”.
Según Fuentes las mujeres están ante un nuevo reto en el
plano universitario, conseguir una mayor presencia en las
carreras de corte técnico.
Pregunta.- ¿Cuáles son las líneas maestras de tu ponencia
respecto al ámbito de la mujer emprendedora?
Respuesta.- El objetivo fundamental es poner de manifiesto
una realidad que desde el plano de la investigación esta
mucho menos estudiada. Es muy importante que el potencial
emprendedor que tiene la mujer se saque adelante por que es
fundamental tanto para el crecimiento económico como de
empleo. Además hablaré sobre las posibles restricciones,
características, el capital humano y financiero y como
gestionan sus empresas las mujeres emprendedoras.
P.- ¿Está realmente implantado el fenómeno emprendedor en
la mujer?
R.- La tasa de mujeres emprendedoras es más pequeña. Las
diferencias son mayores en los países ricos. En estados más
pobres la mujer tiene mucha más iniciativa emprendedora. Es
una forma de buscarse el sustento. En países más
desarrollados siguen existiendo trabas. De tipo cultural por
que aún no termina de superarse esa visión que deja a la
mujer al cuidado del hogar. También de tipo financiero. Eso
condiciona el tipo de negocio y su crecimiento. Otras
podrían ser de caracter social, relativas a las relaciones
humanas. Los contactos entre empresarios e instituciones son
importantes y aquí las mujeres suelen encontrarse también
con dificultades por el mero hecho de serlo.
P.- ¿El fenómeno emprendedor en la mujer se focaliza
sobre determinados sectores y profesiones?
R.- Se suele ver que las mujeres suelen aglutinarse en torno
al sector servicios con pequeños comercios. Los últimos
estudios están mostrando que cada vez son menos las
diferencias. Las iniciativas surgen en cualquier sector si
bien suelen aglutinarse en torno a aquellos con los que
tienen mayor relación, les son más familiares o piensan que
tienen menos riesgos. Recurren a sectores más conocidos.
Luego cuando hablamos de formación universitaria, las
mujeres no están del todo implantadas en el estudio de
carreras técnicas. Ello hace que adentrarse en sectores de
tecnologías es un reto que deben afrontar.
P.- ¿Los bancos tienen menos confianza en la mujer que en
los hombres cuando éstas solicitan un crédito o apoyo
financiero para crear una empresa?
R.- No es generalizable pero puede darse. A las mujeres se
les pueden exigir mayores garantías financieras. Se dice que
las mujeres tienen menor credibilidad frente a las entidades
financieras. Desde mi experiencia propia empresarias
granadinas me han contado que al ir a pedir un crédito el
propio banquero les pregunta por qué no ha venido su marido.
Esas cosas chirrían. Por otro lado, por dar un contrapunto,
en el sector financiero cada vez hay más mujeres y esa
empatía entre féminas ayudará a superar este problema.
Investigaciones recientes manifiestan la mayor dificultad de
la mujer a la hora de encontrar facilidades de financiación
en los bancos.
P.- ¿La mujer pone fin al techo de cristal cuando se
decide a emprender?
R.- Pienso que cuando una mujer se decide a emprender, de
alguna manera está rompiendo una barrera impuesta. Es
también una manera de no poner límite a su futuro. De hecho
la principal motivación que tiene una mujer para emprender
un negocio es la satisfacción y el reto personal, más que la
independencia económica.
P.- ¿Cuáles son los pasos básicos para poner en marcha
una empresa?
R.- Lo más importante antes de lanzarse es tener una buena
idea de negocio. Ver qué producto o servicio se va a
comercializar, qué se aporta al cliente. También tener unos
contactos, unos clientes que te ayuden a dar los primeros
pasos que siempre son los más difíciles y que te
proporcionan estabilidad. Luego acudir a una entidad que te
permita tener una base económica para la actividad.
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