Hay personajes que no deberían
intervenir en las tertulias televisivas, porque con su sola
presencia ya causan nauseas. Sus radicalismos hacen remover
las cenizas del odio entre unos y otros, además de hacerle
un flaco favor a aquella opción política a la que dicen
defender.
Escuchar cualquier intervención en una tertulia televisiva a
María Antonia Iglesias o Enrique Sopena, tienen la facultad
de resultar a la risa a los que objetivamente, sin
inclinación partidista alguna, escuchan sus alocuciones.
Nunca sus alocuciones hicieron tan gran favor a la oposición
y más cuando, alguno de ambos personajes, tratan de llevar
la razón ante el contrario basando todas sus intervenciones
en el insulto. Prueba inequívoca de su falta de conocimiento
para defender el tema a tratar y de una mala educación.
Cuando para defender algún tema, se recurre al insulto, se
pierde toda la razón que pueda tener en su defensa. El
insulto no es más que la falta de recursos ante el
contrario.
El sábado por la noche, en el programa “La Noria” donde
actúa de moderador Jorge, aunque le dicen Yordi, muy mal
moderador por cierto, se tocaba el tema de actualidad, la
crisis.
Todos los entrevistados, entre ellos comerciantes, dijeron
que estaban pasando una gran crisis y que incluso varios
comercios iban a cerrar, Sólo un señor, que dijo ser
administrador de empresas, contestó diciendo que él vivía
igual que hace cinco años sin notar ninguna crisis,
habiéndose gastado cinco mil euros en ir a ver la final
entre España y Alemania. Dichos él que no nota nada la
crisis y que puede desprenderse de cinco mil euros. Me
gustaría saber si se hubiese podido desprender de esos cinco
mil euros siendo mileurista.
El señor Sopena, al que escuchándolo uno siente cierto temor
de no estar de acuerdo con él en alguna de sus ideas ¡menos
mal que no tiene poder alguno!, a falta de mayores
razonamientos que decir que la crisis es mundial y atacar a
Aznar y a la oposición ¡descubrió la sopa de ajos! Se dedicó
a insultara su oponente, Rodríguez, llamándole zafio y
franquista. Zafio, según el diccionario de la Lengua
Española significa, entre otras cosas, tosco, inculto y
grosero.
En ese insulto basó toda su defensa sobre el tema de la
crisis. Pienso, aunque esto no le parezca bien a Sopena, que
ese insulto estaba fuera de lugar, entre personas a las que,
al parecer, se les reconoce cierto grado cultural y de buena
educación. Además creo, con toda sinceridad que, Rodríguez,
no es un zafio, que está culturalmente mucho más preparado
que Sopena y que demostró su buena educación no
contentándole con otro insulto.
Se pueden defender unas ideas políticas, recurriendo a
cuantos conocimientos tenga uno para rebatir al contrario.
Lo que está fuera de lugar es el insulto, que sólo viene a
demostrar una mala educación y una enorme falta de
conocimientos para defender una causa o un tema. Flaco favor
le hace este personaje a la izquierda con esas
intervenciones en tertulias televisivas donde da muestra, de
un gran desconocimiento y una gran falta de educación. ¿O
no?
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