Mientras repaso fichas y organizo
mi agenda cara al VI Congreso en Rabat del Partido de la
Justicia y el Desarrollo (PJD), el más votado en Marruecos
(ligeramente por encima del Istiqlal) durante las elecciones
del pasado septiembre, me encuentro en las páginas 7 y 8 del
nº 556 (edición del 2 de julio) del diario “Almassae” (La
Tarde) una interesante entrevista a Shlomo Ben Amí,
realizada en Toledo por el periodista rifeño Nabil Driuch
quién, además, incita al lector con un resumen en portada
junto a la foto del político hebreo. Quien fuera embajador
de Israel en España entre 1987 y 1991 y más tarde ministro
de Asuntos Exteriores, además de parlamentario en la Knesset
y reputado historiador hace una positiva valoración, sin
duda con conocimiento de causa, del Partido de la Justicia y
el Desarrollo (PJD), los islamistas parlamentarios
marroquíes y su sesgo político moderado. Ben Amí entiende al
PJD (también aparece una foto de su secretario general, Saâd
El Othmani) como un excelente modelo de partido islamista,
“perfecto” (sic), respetuoso con las instituciones y
comprometido con el juego democrático y bajo el cual
(respondiendo a una incisiva pregunta del periodista)
“Marruecos no peligra” (sic), matiz decisivo con el que no
concordaría sobre el terreno Simón Levy, director del Museo
Judío de Casablanca y conocido político de izquierda
marroquí. Ben Amí enfatiza el carácter moderado del
islamismo parlamentario marroquí (análisis que subrayo) pese
a la notoria hostilidad del PJD al Estado de Israel: “yo no
tengo esto en cuenta”, explica Ben Amí.
Hace ya un tiempo que no me encuentro con este israelí de
raíces marroquíes, nacido en la luminosa Tánger en 1943,
hábil político y firmemente comprometido con el proceso de
Paz en Oriente Medio, por lo que ha sido una grata sorpresa
que un hombre de esta valía se adhiera a un análisis sobre
el PJD que, en lo que a mí respecta, llevo defendiendo desde
hace años. Por otro lado Shlomo Ben Amí (que hizo la “aliá”,
emigración, a Israel con 12 años) y al que tiempos ha veía
con cierta frecuencia, es autor de tres interesantes
publicaciones sobre Oriente Medio que me permito recomendar
al lector, tanto por su rigor académico como por su claridad
expositiva: “Historia del Estado de Israel” (escrita en
colaboración con Zvi Medin, profesor de historia en la
Universidad de Tel Aviv) y editada por Rialp, Madrid 1981;
“Israel, entre la guerra y la paz”, de Ediciones B, Madrid
1999; y “¿Cuál es el futuro de Israel?”, una serie de
entrevistas publicadas también por Ediciones B en 2002.
El PJD, principal partido de la oposición, es cuestión de
tiempo que tome las riendas del gobierno en Marruecos. De
ahí la importancia del análisis de Ben Amí, que de alguna
forma “avala” a nivel internacional la dinámica moderada de
este partido islamista. También y por ello, cara a España,
sería oportuno tender puentes de Estado e institucionales
con el PJD, en vez de “dejar la calle” a otras
organizaciones marroquíes, no legalizadas en este país, de
talante radical y partidarias de un islamismo excluyente.
Ahora que el Presidente Rodríguez Zapatero será recibido, el
próximo viernes posiblemente en Oujda, por el Rey Mohamed VI
y el Primer ministro Abbas El Fassi, no estaría de más si el
protocolo lo permite que se viabilizara algún tiempo de
encuentro con responsables del PJD.
|