Mientras que el Estado paga religiosamente las ayudas al
alquiler estipuladas en el plan de vivienda de 2005, la
Ciudad no lo hace. Tampoco cumple con los expedientes
abiertos en las subvenciones que debería pagar por la
rehabilitación de casas. La ‘caravana’ de personas que
espera recibir el dinero aumenta y algunas llevan ya más de
un año esperando, por lo que la inflación juega en contra
del beneficiario.
La Ciudad está teniendo problemas para satisfacer las
subvenciones que está obligada a abonar por ley. La
Administración local no dispone de presupuesto o no le
conviene utilizarlo para este fin y las ayudas estipuladas
en el Plan de Vivienda de 2005 se están cumpliendo a medias.
Por un lado, el Estado está abonando en los últimos meses
todo lo que debe y está al día; pero, por otro, la Ciudad
debe al menos un año de subvención a muchas familias o
personas independientes que cumplieron con todos los
requisitos cuando solicitaron un dinero vital en muchos
casos.
Estas ayudas al alquiler, que amparan al individuo durante
24 meses, se pagan en dos partes iguales, por el Estado y la
Ciudad. Así, si consta que por los ingresos de una familia,
esta deba percibir cada trimestre para pagar su
arrendamiento 720 euros de una parte y otros 720 euros por
la otra, la cantidad que recibe es la mitad, ya que el
dinero que debería emitir la Ciudad está parado.
Enero de este año fue la última vez que la Administración
autonómica liberalizó dinero para satisfacer estas ayudas,
pero sólo pudo pagar a personas que estaban esperando desde
2006 y 2007. Hay que advertir que la inflación anual
condiciona que los 720 euros de un año no sean los mismos
que año y medio después. Lo mismo sucede con la
rehabilitación de las casas. La Ciudad debería pagar el 25
por ciento del coste de una reforma, pero los vecinos se
quedan esperando meses para cobrar este dinero.
Por último, hay que decir que la Ciudad comunicó al
Negociado de Vivienda su intención de liberar dinero para
junio de este año. Es julio y todavía no se ha producido
este hecho. Además, esta posibilidad se miraba con cautela
ya que la Ciudad acostumbra a emitir dinero sólo en enero.
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