La cría del mejillón no dio los resultados pretendidos
cuando se instalaron varias bateas en la bahía norte. La
fuerza de las corrientes fue la principal razón por la que
esa parte del litoral no presentó las condiciones necesarias
para la miticultura: “También había más problemas, la
presencia de los depredadores es mayor en esa zona y el
tráfico marítimo hacía muy difícil el trabajar allí, incluso
ponía en riesgo a los trabajadores” explicó el miembro del
Consejo de Administración de Atunasa, Salvador Guerrero.
La empresa ceutí ha procedido a la instalación de una
segunda batea de mejillones para reforzar las pruebas que se
están llevando acabo este año en bahía sur. Esta vez los
bivalvos están protegidos con una pequeña red de tres
centímetros que los escuda de los depredadores: Estamos
probando diferentes sistemas para ver cual puede ser el más
adecuado. El incoveniente de las redes es que puede provocar
la comezón de los mejillones” indicó Salvador Guerrero.
El inicio de una industria de engorde de los mitílidos le ha
supuesto ya un desembolso a Atunasa que ronda el 1.200.000
euros. El largo tiemplo empleado y la cantidad de recursos y
esfuerzos invertidos en el proyecto ya pasan factura a la
empresa ceutí: “Estamos algo desanimados por la cantidad de
tiempo que llevamos en esto y por todo el dinero que hemos
empleado pero creemos que las condiciones en bahía sur son
mucho mejores”.
La empresa de capital vasco, Mejillones y Mariscos de Ceuta,
ha vuelto a mostrar su interés por la instalación de bateas
en la bahía sur, tras haber participado en la anterior
prueba. Se encuentra en proceso de conseguir los permisos
necesarios de la Consejería de Medio Ambiente.
Atunasa considera que un periodo a de diez meses es
suficiente para conocer los resultados de la prueba piloto.
Según se estime las conclusiones se podrá comprobar la
viabilidad de la industria del mejillón en Ceuta y el
alcance que ésta empresa puede llegar a tener.
|