Según unos estudios realizados por
unos científicos la sandia tiene las propiedades del Viagra.
No sé por qué razón todos los estudios son realizados por
los científicos. Servidor, mismamente, tiene unos estudios,
no muchos que no me gusta presumir y no soy un científico. ¡Dita
sea, ni a científico llego!
Bueno, pues como les decía, la sandia tiene las mismas
propiedades que el Viagra. No me extraña nada, conociendo a
parte del personal, que los otros días se agotase el
producto en el mercado.
Quiero avisar a los necesitados del producto, el que avisa
no es traidor, que no deben de abusar de la mencionada
fruta, que una borrachera de la misma puede ser peligroso.
Ya lo dijo aquel: “no por mucho madrugar, amanece más
temprano” . O sea, hablando claro, que no por mucho comer el
fruto le va a aportar una mayor virilidad
Algunos pueden pensar que tal recomendación no hace falta
alguna. Se equivocan, insisto, itero, conozco a esa parte
del personal, que con capaces de comerse quinientos kilos
con la esperanza de lograr el objetivo, sin darse cuenta de
hay una canción que dice: “Si un viejecito se casa / es una
cosa perdía / pues es lo mismo que una linterna que no tiene
batería”.No me sean glotones. Se los digo por su propio
bien.
Los llamados viejos verdes y, algunos de ellos, más salidos
que el pico de una mesa, que como las meigas haberlos haylos.
Me da la coraznada de que, un día si y otro también,
agotaran las existencias de sandia en los mercados.
La noticia que es cierta, que no es broma alguna, la ha
recibido un amigo mío con gran satisfacción e incluso se ha
puesto a cantar lo de la selección, mientras corría a
comprarse veinte kilos de sandia; “a por ellos, oe, oe”.
El hombre tiene en mente, a sus ochenta y cuatro años, dejar
embarazada a su novia de treinta y cinco años. Me da la
sensación, no extraña, que cuando nazca el crío, en vez de
ser su hijo, será su bisnieto.
Cuando me lo ha comentado no he querido, bajo ningún
concepto, desanimarlo, todo lo contrario le he animado a
conseguir el objetivo. Lo que me he negado, esto tampoco
puedo negarlo, es a ir al mercado con él a comprar esos
veinte kilos de sandias. No es por nada, que por un amigo
uno es capaz de todo, pero me duele mucho las espaldas para
tener que ir cargado ayudándole a llevar las sandias a casa,
en el supuesto, que no intentase comérselas en el mismo
mercado. Que este todo lo hace rápido y ligero. Él siempre
aplica aquello de “no dejes para mañana, lo que puedas hacer
hoy”.
Me conozco a uno de estos viejos verdes y salidos, que
cuando haya leído la noticia, es capaz de haberse largado a
Marruecos a comprarle, a los agricultores marroquíes, toda
la producción de sandias.
Es, además de un viejo verde y salido, un ambicioso en todos
los órdenes de la vida. Por su bien no debería de haber
escrito nada sobre este descubrimiento realizado por ese
grupo de científicos. Que te aproveche y no te atragantes.
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