David Meca atendió ayer por la mañana a los medios de
comunicación en el palacio autonómico para explicar todos
los detalles del triple cruce del Estrecho, realizado el
pasado viernes y en el que invirtió 14 horas y 5 minutos. El
nadador catalán destacó que haber batido dos récords del
mundo en el Estrecho de Gibraltar es algo “muy duro” al
indicar que durante la triple travesía sin descanso vivió
momentos “tremendos” por las corrientes y la niebla. El
último cruce lo comenzó con unas condiciones meteorológicas
favorables, pero las fuertes corrientes le obligaron a
subirse a una embarcación a las 23,15 horas, cuando se
encontraba a una milla de la costa ceutí. El nadador de
Sabadell quería seguir en el agua, pero la organización
decidió suspender definitivamente el reto. No obstante, la
Asociación Cruce a Nado del Estrecho (ACNEG) dio validez al
récord de cruzar tres veces el Estrecho.
En en el ‘encuentro’ con los periodistas David Meca, con un
rostro visiblemente cansado valoró el triple cruce realizado
y el récord del doble cruce del Estrecho que ha dejado en 7
horas y 18 minutos, batiendo la marca de Jaime Caballero que
invirtió en marzo 7 horas y 51 minutos.
El nadador de 34 años subrayó que “el reto es realmente duro
aunque la primera manga entre Tarifa y Marruecos hicimos una
gran marca de 3 horas, sobre todo teniendo en cuenta que el
récord de un solo cruce es mío con 2 horas y 29 minutos”.
En el segundo tramo, desde Marruecos a Tarifa, detalló que
“invertimos 4 horas, fue muy rápida y batimos el récord de
Jaime Caballero al dejarlo en 7 horas y 18 minutos, un
registro que puede ser inferior, a falta de la confirmación
oficial de la marca”.
Fuertes corrientes
“El tercer cruce se complicó mucho por las corrientes y la
niebla que nos cubrió completamente y que te deja una
sensación muy rara ya que nadas casi a oscuras, pero no di
el reto por terminado hasta que la Asociación de Cruce a
Nado del Estrecho dio por válido el triple cruce”, añadió el
deportista catalán.
David Meca reconoció que no quería salir del agua, a pesar
de que los miembros de la organización le insistían en que
en esas condiciones era imposible avanzar para tocar la
costa. El nadador de Sabadell sólo accedió a subirse a una
embarcación cuando “el director técnico de la prueba, Rafael
Gutiérrez, anunció por radio que el reto estaba conseguido
ya que llegamos a Punta Almina -cerca de Ceuta- e hicimos
una distancia superior que la inicialmente prevista entre
Tarifa y Punta Cires”.
En esos últimos momentos del recorrido admitió que lo pasó
“mal” al estar casi cuatro horas nadando sin progresar por
culpa de las fuertes corrientes en contra. “La verdad es que
me negaba a subir a la embarcación hasta que fuese
confirmada verbalmente la marca, lo cual se produjo a las
23,15 horas”.
Cruzar el Estrecho a nado no está al alcance de muchos
nadadores y si encima se intenta un triple cruce la
exigencia es tremenda. “Nadar en el Estrecho es diferente
por la dureza de las corrientes pero al final se disfruta,
sobre todo cuando ves a la gente que te espera en Ceuta
cuatro horas más tarde de lo previsto”. Y es que a pesar del
gran retraso (la organización había previsto que llegaría a
la playa de la Ribera sobre las diez de la noche) un gran
número de personas aguardó pacientemente la llegada de David
para felicitarlo por la gesta; una situación similar a la
que vivió el pasado 5 de enero cuando una gran cantidad de
caballas se dio cita en la playa y en los alrededores para
recibirlo con todos los honores.
No habrá más gestas
David Meca tenía una espina clavada, que consiguió sacarse
el viernes, aunque hubiera deseado tocar costa en el tercer
intento, pero las condiciones climatológicas se lo
impidieron. Preguntado por sus próximos objetivos, aseguró
que “batir dos récords del mundo del Estrecho en uno es
difícil porque se pasa muy mal, vives momentos de angustia y
dolor, las horas se hacen muy largas... No sé si habrá otro
reto en el futuro porque ya he logrado suficientes triunfos
y medallas”. De sus palabras se desprende que David no
realizará ningún otro reto este año, pero quienes lo conocen
bien no descartan que se plantee nuevos desafíos a medio
plazo con el objetivo de superarse a sí mismo y poner en
boca de todos un deporte minoritario, del que sólo se habla
cada cuatro años en los Juegos Olímpicos y de las pruebas
que se desarrollan en la piscina. Además el tirón mediático
de David es tremendo y sus aventuras acaparan minutos en los
medios audiovisuales (Antena 3 en su programa ‘Donde estás
corazón’ ofreció en directo la llegada del nadador a la
playa de la Ribera) y páginas en los periódicos.
De todos modos, no estará parado este verano y participará
en pruebas en España y fuera de nuestro país “para seguir
trayendo medallas para nuestro país” en diferentes
competiciones.
El nadador, que calcula que perdió unos tres kilos de peso
durante las 14 horas y cinco minutos de la hazaña, lamenta
las críticas vertidas por algunos medios por y gente
relacionada con su deporte que han dudado de la autenticidad
de sus retos. Meca indicó que “no tengo nada que esconder”
porque siempre ha sido “transparente y limpio”. El nadador
lo único que pide es que le dejen “tranquilo, aunque duele
que te cuestionen”.
Minutos antes de atender a la prensa, David Meca fue
recibido en su despacho por el presidente de la Ciudad, que
el día anterior acudió a la playa para recibirlo.
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