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“Yo creo que eso ya se le facilitó. No estoy muy
seguro porque me parece que fue objeto de una interpelación
ya contestada por [el consejero de Economía, Guillermo]
Martínez, pero de mutuo acuerdo pasó a ser una pregunta”.
Así explicó el presidente de la Ciudad ayer el silencio que
UDCE-IU atribuye a su Gobierno 40 días después de planteada
una pregunta sobre el gasto que suponen los encargos de
asesorías e informes externos a la Asamblea. “El nivel de
contratación externa que tiene la Ciudad, salvo hechos
puntuales y excepcionales como es este tema de PGOU, que es
un gasto importante, es bastante reducido si lo comparamos
con otras administraciones”, amplió.
Y además está plenamente justificado porque lo apoya también
el sentido común. La maquinaria administrativa está
preparada para atender las necesidades del día a día cuando
surgen cuetsiones extraordinarias hay que recurrir a
contrataciones externas con una doble razón: para no
distraer esfuerzos de l día a día que iriían en perjuicio
funcionamiento y porque en este tipo de encargos hay que
contar con nivel de especialización suficiente para
garantizar la calidad del servicio que se presta. Y aquí no
podemos tener, por la estructura administrativa de la
Ciudad, especialistas para todo.
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