Bastante laxitud encuentro en
Barcelona en referencia a otros años. Tal vez será porque no
tengo agobio alguno en mi actual situación no laboral y por
ello las prisas quedaron aparcadas.
He estado en la playa de Mataró y constato que existe una
enorme diferencia con las de Ceuta. Las playas caballas son
de aguas bastante frías. Donde no existen diferencias es en
la limpieza de ambas aguas.
El sol pega más fuerte en mi ciudad que en Mataró, tal vez
tamizado por la gruesa capa de partículas de contaminación
ambiental que no se da en Ceuta.
He seguido con interés la “odisea” de los peperos catalanes
en relación a las candidaturas a presidente del partido en
Cataluña.
No entiendo por qué no se pueden presentar todos los
candidatos que aspiren a esa presidencia y tengan que
someterse a los designios de la cúpula nacional.
Suponemos que estamos en una democracia y todo se elige por
mayoría de votos ¿no?, entonces si son tres los que se
presentan tienen todos los mismos derechos y que sean los
militantes los que elijan al próximo presidente.
¿No han incluido la realización de primarias en el último
Congreso Nacional del PP? ¿Porqué no aprovechan la ocasión y
realizan el bautismo de fuego de las mencionadas primarias
en el Congreso catalán? O ¿Sólo serán para elegir al
presidente nacional?
Alberto Fernández Díaz, Montserrat Nebrera y Daniel Sirera
pueden muy bien presentar sus candidaturas y que sea el
militante, con su voto, el que elija al presidente catalán
del PP. Es lo más lógico y lo más democrático. Pero no. En
aras de una supuesta unidad ¿de integración? se tienen que
poner de acuerdo para que sea un único candidato.
Si es un único candidato, y encima impuesto por la dirección
nacional, no hace falta que se celebre Congreso alguno y lo
designen como acostumbran a designar a sus líderes: a dedo.
¿Para qué hacer un circo costoso? Hoy en día hay que
apretarse el cinturón.
¡Claro!, como llevan mucho tiempo sin gobernar, hacen un
remedo de Consejo o Cámara para no perder el gusto. Lo malo,
para ellos, es que nunca podrán gobernar en Catalunya. Como
si lo viera.
Sin embargo, Daniel Sirera no tiene porqué preocuparse. Si
no sale elegido presidente del PP catalán Mariano Rajoy lo
acogerá en su cariñoso seno y lo pondrá en el Comité
Ejecutivo. Agradecido que es Mariano.
Lo también malo, para ellos, es que la propuesta de la
cúpula de designar a la senadora Alicia Sánchez Camacho para
liderar la formación pepera en Catalunya no sienta nada bien
a los militantes gerundenses. No le dan oportunidad de
votar.
En otra zona del PP, esta vez a escala nacional, el flamante
fichaje del “crack” económico llamado Pizarro (que resultó
ser, a todas luces, un inútil fichaje) ha obtenido un premio
menor, de la pedrea. Portavoz en la Comisión Constitucional.
Algo es algo ¿no, Manolo?
Para mí, y para muchos ciudadanos, el PP no deja de ser un
partido de “embrollos” y dispuesto a estropear la
democracia. De los miles y miles de vaticinios tenebrosos y
negativos que han soltado, sueltan y soltarán no han
acertado ni el 0,01% y además no hacen más que tratar de
poner cara fea y mala a la diosa Fortuna. Ahora auguran un
nuevo episodio de inestabilidad en el Gobierno catalán.
Es el partido de la inestabilidad.
¿Cuándo veremos algo positivo en el PP?, tal vez nunca.
Siempre llevan líos allá donde van y la casa sin barrer. No
me parece un partido serio ni democrático. No dejan hacer a
quienes han ganado en buena lid. Eso es malo.
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