Ayer, mientras abandonaba a media
tarde las calidas aguas del sur de cabo Negro, sacudiendo la
arena de las sandalias camino de la novia de la Yebala,
rumiaba el fastidio que suponía subir a Tetuán para cubrir
la concentración (ridícula finalmente) organizada, por los
de siempre aunque con otro collar, frente al Consulado
General de España en Tetuán. Allí estaban puntuales, a las
19.30 hora local (una hora más en Ceuta y el resto de
España), ocho teloneros con sus pancartas y no más de media
docena de amigos, liderados por el abogado Haji y, megáfono
en mano, el nuevo presidente de la sección local de la
Asociación de Defensa de los Derechos Humanos, Morad Agarbi,
con quienes intercambio un protocolario saludo mientras cada
uno va a lo suyo. Es curioso el caso de Haji, quien se
escurrió rápidamente tras las media hora larga de “manifa”
sin que pudiera echarle el guante para hacerle algunas
preguntas, entre otras por qué suele manifestarse de forma
tan oportunista solo cuando barrunta problemas con España;
¿dónde estaba Haji, dijo algo sobre la dura represión a la
población civil de Sidi Ifni…?
Morad, a quien conozco desde hace años cuando acudía a la
Universidad “Abdelmalik Essaâdi” de Martil a cubrir el
encierro de los estudiantes, saltando por las ventanas y
corriendo por los jardines mientras la fuerza pública
acordonaba las inmediaciones, estuvo atento y explícito, aun
después de haber voceado por el altavoz las consignas de
siempre. No dejó de ser curioso que sobre el asunto del
senador Yahya (y presunto maltratador) pasara de puntillas,
sobre todo cuando le recordara el caso de Mohamed Hamed Alí,
tan promarroquí él y que preside la FEERI como si tal cosa,
es decir, España garantiza la libertad de expresión aun
cuando vaya contra sus intereses y el asunto del tal Yahya
es meramente personal: de (presuntas) agresiones a su mujer
y a la policía, la Justicia tiene la última palabra. Morad
elude hábilmente el asunto, centrando los motivos de la
concentración en tres, si bien también fue explícita la
solidaridad contra el político marroquí y (presunto)
maltratador. En síntesis, se criticaba: la nueva política de
emigración en España (en consonancia con Europa), la
política racista (sic) de Ceuta y Melilla contra los
marroquíes en las fronteras y un argumento pueril: las
cámaras que el Consulado de Tetuán tiene instalas enfocando,
faltaría más, el acceso al mismo.
Insisto: ¿quién o quiénes están tensando las relaciones con
España…? Hay un detalle: el senador Yahya Yahya es miembro
de la coalición liderada por el todopoderoso… el Himma, un
ambicioso personaje que va de “valido” y usa y abusa de su
amistad con Mohamed VI actuando, con su tractorada, con
ínfulas de virrey. No acaba aquí la cosa: hoy mismo y hacia
la misma hora está prevista otra concentración frente al
Consulado de Tetuán, liderada ahora por un oscuro, ignorante
y corrupto personaje, el caradura Hassán Asbayo “El
conseguidor” (de visados) y su asociación “Karama”; no me
extrañaría que se sumase cierta asociación de supuesta
amistad con España sita en Azla, camino de Oued Laou,
liderada por un enfermero y especializada en el tráfico de
visados, estafando y engañando a los infelices compatriotas
marroquíes que caen en sus manos. ¡Qué vergüenza!. ¿Hasta
cuando debe España aguantar el tipo con esta chusma, cutre y
(presunta) delincuente?.
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