La enésima reunión entre
representantes de la Delegación del Gobierno y los de los
Polígonos del Tarajal se produjo, de nuevo, ayer. Los
empresarios solicitaban el cierre del paso comercial del
Biutz por los continuos incidentes en la zona debido a las
avalanchas. Entre tanto, el delegado del Gobierno se
comprometió a proporcionar alguna de las posibles soluciones
que se están estudiando por parte del Ministerio del
Interior respecto al famoso puente.
En cualquier caso no es nada nuevo el que de manera
sistemática deban ir tomándose medidas que vayan
solucionando el permanente caos reinante en esta zona, cuyo
desbarajuste ha ido creciendo paulatinamente desde que se
tomara la decisión de abrir el acceso en esta concreta zona
fronteriza. Para el nuevo delegado del Gobierno este asunto
le produce numerosos quebraderos de cabeza. De un lado las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado deben implicarse
en la regulación del orden en decenas de miles de personas
que al día se peleean, se empujan y sin miramiento alguno
tratan de llegar antes que el otro al dichoso paso. No son
pocas las críticas de los sindicatos policiales por la labor
que ha de cumplir la Policía en una zona realmente poco
productiva para la ciudad. Los comerciantes del Tarajal se
ven impedidos en el normal desarrollo de sus negocios y han
puesto el grito en el cielo cuando comprendieron que la
apertura del Biutz no ha resultado esa panacea prevista,
sino que los que verdaderamente hacen negocio no son
precisamente empresarios ceutíes, sino marroquíes y que, por
tanto, la repercusión para la ciudad es minoritaria. El
esfuerzo pues de la Administración General del Estado
español es para mantener un negocio que se administra
directamente desde la provincia de Tetuán, lo cual podría
derivar en buena lógica en una mayor colaboración
transfronteriza aunque esta fuese extraoficial, pero a
veces, muchas veces se echa de menos.
Aún así se buscarán mejores soluciones, sin embargo,
Fernández Chacón ya ha dicho directamente a los empresarios
que no hay “fórmulas mágicas” para el Biutz.
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