Solución es la palabra que más está en la boca de los
empresarios del polígono comercial del Tarajal. Ésta volvió
ayer a colocarse en un sitio preferencial de sus
manifestaciones tras la reunión con el delegado del
Gobierno, José Fernández Chacón. “El delegado nos planteó
una serie de ideas que nos parecen bien pero no nos dijo
para cuándo estarían en marcha”, señaló el presidente de los
comerciantes, Mohamed Ahmed.
El ordenamiento del tráfico de porteadores es quizá el
principal problema de corte inmediato que sufren las naves.
Por ello los empresarios piden a la Policía que modifiquen
su estrategia basada en la colocación de vallas en la calle
del Biutz.
El presidente del polígono saludó el interés mostrado por
Fernández Chacón aunque dejó entrever que no les ofrece una
solución a corto plazo. “Esta obra depende de Interior y de
Marruecos. No sabemos cuanto va a tardar en aceptarse y
mientras el tiempo pasa y no vendemos”, sentenció el
representante de los comerciantes.
El anteproyecto de puente
La Delegación trabaja sobre un anteproyecto de nuevo puente
del Biutz. Esta idea no llega con Fernández Chacón sino que
lleva gestándose desde la entidad de la plaza de los Reyes
con su anterior inquilino, Jenaro García- Arreciado. Las
principales características de este proyecto son la anchura
del paso y la ubicación del mismo. El propio presidente de
la Cámara de Comercio, Luis Moreno, presente en la reunión
de anteayer en la Delegación confirmó que sería el doble de
grande (30 metros de largo por 15 de ancho) que el actual.
Este hecho permitiría una mejor absorción del importante
volumen de porteadores lo que, a su vez redundaría en menos
molestias para las naves. Este nuevo puente se ubicaría en
la parte baja del polígono, casi en paralelo a la actual
frontera del Tarajal.
El cambio de ubicación no es una cuestión que desdeñar. La
Delegación es consciente, por que así se lo han indicado los
comerciantes, que el actual paso perjudica, por su cercanía,
a una treintena de naves. Los cálculos y estimaciones
indican que el nuevo emplazamiento sólo molestaría a tres o
cuatro almacenes.
El nuevo puente supondría de manera automática el cierre del
problemático paso actual. Desde la Delegación del Gobierno
quisieron dejar bien claro que cualquier proyecto respecto
del Biutz y el Tarajal sería consultado con los
comerciantes. “No haremos nada sin contar con su visto
bueno”, apuntaron fuentes de la entidad de la plaza de los
Reyes.
No se sabe cuando estaría listo el nuevo puente. No obstante
sí está claro que una vez acabe la burocracia y se adjudique
la obra, el paso estaría listo en seis meses. La obra
correría a cargo de los Presupuestos Generales del Estado.
Una de las muestras más claras del compromiso de Fernández
Chacón con este anteproyecto es el encuentro programado para
mañana viernes con el subdirector general de Planificación y
Gestión de Infraestructuras y Medios para la Seguridad del
Ministerio del Interior. La situación del paso del Biutz
será el tema monográfico de esta reunión, según precisaron
desde la Delegación del Gobierno.
Implicación de todos
Los comerciantes pusieron sobre la mesa varios asuntos
relacionados con las ordenanzas en vigor en el polígono,
cuestión esta que atañe a la Ciudad. Por ello Chacón se
mostró receptivo a participar en un encuentro a tres bandas
con la Ciudad y los comerciantes. Será la Cámara de
Comercio, interlocutora con las Administraciones de los
comerciantes quien deba concertar la reunión con la Ciudad.
La Delegación se sumará después.
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Ahmed: “La Ciudad tiene que actuar contra las
naves-consigna”
Aprovechando que el negocio de la
venta interior decae en el polígono están proliferando las
naves consigna. Estas sirven de almacén a los bultos que se
confeccionan en el Príncipe y que cada día pasan por el
Biutz hacia Marruecos. No hay venta. Los comerciantes no ven
un duro. Por ello, el presidente del Tarajal, Mohamed Ahmed,
lanzó ayer un mensaje de alerta al Gobierno autonómico: “La
Ciudad tiene que actuar contra las naves- consigna”. Según
este, la mayoría de estas naves tiene licencia para la
venta, no para el almacenaje. Así, los comerciantes
entienden que este tipo de negocios se está “cargando” las
ventas dentro del polígono.
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