Si pudiera resumirse en una palabra lo producido en el Pleno
de la Ciudad Autónoma se llamaría despropósito. Unión,
Progreso y Democracia (UPyD) quiso tener presencia aunque
fuera como espectador.
Allí se fue pasando de la podrida manzana, donde los
porcentajes son lo que le conviene a quien lo plantea, y
donde las modificaciones de un proyecto de obra no cuesta
nada; a una consejera que dice que vino con su escoba,
esperemos que no voladora; a un vicepresidente que se
equivoca al votar y a un montón de mudos con un brazo
ortopédico. Sin duda, un espectáculo que aunque es el
habitual, en algunos momentos es bochornoso, dando vergüenza
ajena algunas intervenciones.
Entre notita por aquí, cuchicheo por allá, las pamplinas de
que unos acusan a otros, son eso pamplinas, que es en lo han
convertido el noble ejercicio de gobernar a los demás.
Hubiera bastado con 3 diputados (quizás 1-2 más en algún
momento) para determinar el resultado del Pleno al completo.
Los demás ni mú, más bien parecían convidados de piedra,
podrían haber hecho lo mismo que los gerentes de las
empresas públicas, que en algún caso sus juntas generales
con aprobación por unanimidad en bastantes casos, no pasaron
de más de 5 minutos en ningún caso.
Eso es el respeto a los ciudadanos que tienen nuestros
políticos, el marear la perdiz para seguir en sus poltronas,
el arrollar a la oposición (por otra parte, bastante poco
eficiente en su labor opositora) ante cualquier asunto, y el
contratar engrasadores, y similares cuestiones, entrando en
diatribas de si es o no legal contratar a través del INEM,
cuestión bastante clara, ya que si se ha pactado con la
representación sindical de los trabajadores públicos el
hacerlo por otro medio, es evidente que ése debe ser el
camino a seguir. Lo contrario es engañarnos a todos y buscar
la manera de meter en esa “olla grande” de la que parece ser
que todos quieren comer en Ceuta, o sea, ser funcionario de
la Ciudad Autónoma de Ceuta.
Está en la esencia de la democracia intentar convencer con
una argumentación adecuada, proponer pactos y consensos para
que el que gobierna pueda representar de hecho a más
ciudadanos de los que le votaron, porque si uno hace las
cuentas, entre los que no votan y los que votan a otros,
puede no representarse a una mayoría real de ciudadanos.
Triste actuación de ciudadanos que nos gobiernan, o más bien
nos desgobiernan en muchas ocasiones.
En la mente solo me quedó ¿dónde acabará el mercado?
¿seguirán contratando al amiguete, vecino, familiar,...? ¿en
la próxima, esa escoba será de oro, y yo me estoy quedando
ciego porque la ciudad sigue muy sucia sobre todo en algunas
barriadas? ¿el centro es una barriada? ¿qué será, será,...?;
pero aunque el tiempo nos lo dirá lo cierto es que el voto
cautivo mediante el nepotismo habitual de los gobernantes
(léase planes de empleo, por ejemplo; engrasadores,
subvenciones a los amigos, etc...), no parece que vaya a
cambiar, al menos con los actores presentes.
Unión, Progreso y Democracia propone un cambio en la forma
de hacer política, hay que intentar regenerar esta
democracia corrupta en la que se mueven de forma habitual
elementos presentes en el PP de Ceuta herederos del GIL.
Para mi gusto, un consejo: yo... del PP, me quitaría el
lastre del GIL.
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