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La ciudad también ‘padece’ la
‘huelga de celo’ planteada por el funcionariado de las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. El caso es que
realmente la terminología adoptada es la de ‘Trabajo a
Reglamento’ dado que estos funcionarios no tienen reconocido
el derecho a la huelga.
Así que términos aparte, no deja de ser curioso [es algo que
ha sucedido una sóla vez] que todos y cada uno de las
organizaciones sindicales que representan a los funcionarios
policiales y de la Guardia Civil, en todas sus escalas,
están a una. Un problema que viene en esta época mal dado, o
no, según se mire.
Desde ayer, hoy mismo y durante diez días más del mes de
julio los funcionarios de la Policía Nacional y de la
Guardia Civil trabajarán cumpliendo estrictamente las
normas. Algo trastocará sin duda el diario servicio que
estos funcionarios prestan al ciudadano, ya sea en la
expedición del Documento Nacional de Identidad o en del
pasaporte o simplemente una presentación de denuncia. Pero
además en Ceuta afectará el paso por la frontera del Tarajal
o la salida y entrada a la ciudad por el puerto, o, incluso,
la salida en el helipuerto.
Sin entrar en más consideraciones, los funcionarios
entienden como ilógico que los ‘compañeros’ de las policías
autonómicas e, incluso, locales cobren sustancialmente más
que los agentes de competencia nacional. Un problema que al
Gobierno central se le viene encima después de que el sector
de funcionarios de Justicia planteara una huelga de efectos
muy negativos en la ya maltrecha fluidez de esta concreta
administración. Sin embargo, los sindicatos policiales
plantean el cumplimiento a rajatabla de las normas, lo que
llevado al especial momento en el que se convoca hará que la
Administración mueva ficha. La llamada Operación Verano y,
más aún, la Operación Paso del Estrecho pueden sufrir la
especial ralentización que implica el hecho de rigurosos
controles policiales. Llegar a un entendimiento, a medias
entre la crisis del país y la justicia en la reclamación,
debería ser el camino por donde discurrir sindicatos y
Administracion.
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OPINIÓN / EDITORIAL
