Cumpliendo lo estipulado por el ex ministro de Trabajo,
Jesús Caldera, que fue quien se la concedió, Clemente
Cerdeira y García de la Torre recibió ayer de manos del
delegado del Gobierno en Ceuta, José Fernández Chacón, la
Medalla al Mérito en el Trabajo en su categoría de Plata,
una distinción que las autoridades presentes y el resto de
asistentes al acto quisieron hacer extensiva con sus
aplausos, con la complicidad evidente del homenajeado, a
toda su familia y muy especialmente a su compañera desde
hace seis décadas, Carmen Morterero, y a la desgraciadamente
ya fallecida Carmen Cerdeira, ex delegada del Gobierno en la
ciudad.
Ante medio centenar de personas, entre ellas los primeros
representantes de la clase política, militar, sindical,
empresarial y social de la ciudad, un visiblemente
emocionado Clemente Cerdeira, rodeado de toda su familia, se
limitó, con su proverbial humildad, a hacer uso de palabra
solamente para dar las gracias “a todos los presentes por
haber venido a este acto para mí tan importante y tan
emotivo”.
El único que se llevó una mención especial en su alocución
fue el Gobierno socialista, al que agradeció explícitamente
el haberse acordado de él.
Nacido el 21 de octubre de 1921 en Tetuán (Marruecos), donde
estaba destinado su padre, Clemente Cerdeira fue sorprendido
por la Guerra Civil en Ceuta, donde pasó dos años en arresto
domiciliario. Tras prohibírsele estudiar empezó a trabajar
como consignatario, profesión a la que se dedicó hasta su
jubilación con un breve intervalo en Casablanca.
Deportista y fundador del Club Natación Caballa, Cerdeira
coqueteó con la carrera diplomática como representante
consular en la ciudad de Italia y Holanda. Gran aficionado
al estudio, ya casado obtuvo el título de Graduado Social y
pudo dar una carrera universitaria, su gran asignatura
pendiente, a sus seis hijos, núcleo fundamental de una
familia que no considera su verdadera “gran obra”.
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