El consejero de Hacienda encontró ayer “receptividad” por
parte del secretario de Financiación Territorial, con quien
se reunió en lo que supuso “la primera toma de contacto”
dentro de la negociación que el Gobierno llevará con las
autonomías. “La Ciudad está abierta a cualquier solución que
suponga una mejora”, dijo Márquez.
Ceuta ha empezado la negociación del nuevo marco de
financiación territorial asumiendo el peso principal. “Hemos
sido nosotros los que hemos adoptado un papel principal”,
apuntó el consejero de Hacienda, Francisco Márquez. Este
optó por presentar ante el secretario general de
Financiación Territorial, Juan Manuel López Carbajo, todos
los argumentos que motivan la ansiada mejora que persigue el
Gobierno ceutí. “Todo ello con documentación, añadió, para
que el Ministerio tenga constancia de que las singularidades
que concurren en Ceuta tienen su razón de ser”.
Ya lo dijo Márquez el día anterior: “No esperamos ni un sí
ni un no”. Tal como se preveía, lo de ayer fue una primera
toma de contacto de Ceuta con el Gobierno. La Ciudad ha
puesto encima de la mesa sus cartas y ha reivindicado “desde
la moderación” que el Estado debe implicarse en la garantía
de la suficiencia financiera de Ceuta para que los servicios
públicos puedan seguir prestándose al nivel adecuado.
“Ese primer objetivo que buscábamos, el de exponer nuestra
posición con claridad se ha conseguido”, manifestó el
consejero de Hacienda. Así, el secretario de Financiación
Territorial continuará con su ronda de contactos con las
distintas autonomías. Una vez finalice Márquez esperó poder
volver a sentarse en la mesa y encontrar puntos de acuerdo.
“La Ciudad, desde la moderación y la sensatez está abierta a
cualquier tipo de soluciones que signifiquen una mejora de
nuestras condiciones y por tanto una mayor garantía de
suficiencia fiscal y financiera para Ceuta”, afirmó el
consejero de Hacienda.
A pesar de que la crisis flota en el ambiente tanto la
delegación ceutí como la del resto de autonomías no teme una
reducción. En este sentido, Márquez aludió a las palabras
del vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes,
quien declaró que de esta negociación tendría que salir un
acuerdo que favorezca a todas las partes. “No cabe ninguna
reducción”, finalizó Márquez.
No existiría por tanto ninguna reducción en la financiación
de servicios e inversión para ninguno de los territorios.
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