PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - MARTES, 24 DE JUNIO DE 2008

 

OPINIÓN / EL OASIS

José Antonio Carracao
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Es veinteañero. Atesora, por tanto, juventud a raudales. Es alto. Aunque sin que los bajitos precisemos unir nuestro occipital con la espalda para mirarle. Lo cual sería un problema en su contra. Luce figura estilizada. Esa delgadez que haría exclamar a Esperanza Aguirre, en momentos de puro, copa, y alegría, que de hombres así, con el abdomen como una tabla, las mujeres deberían evitar toda tentación de bailar agarrada a ellos.

José Antonio Carracao representa el futuro del socialismo ceutí. Y en él tienen depositadas muchas esperanzas los suyos. Jenaro García Arreciado, tal vez llevado de un estado emocional pasajero, le hizo un flaco favor al destacarlo como un ‘crack’ de la política. Algo que no le sentó nada bien al entonces candidato a diputado. Pues me consta que Carracao se puso como una amapola y tentado estuvo de no pisar la calle en varios días.

A pesar de esa timidez que trata de disimular echándose para adelante en momentos cruciales, Carracao consiguió un éxito extraordinario en las últimas elecciones generales. Cierto es que se benefició muchísimo de la enorme ayuda que le prestó Mohamed Alí. Ayuda que el candidato nunca negó. Con lo cual trataba de demostrar dos cosas: que es agradecido y que carece de prejuicios al proclamar que se pueden compartir muchas ideas con el líder de la UDCE-IU.

José Antonio Carracao es maestro. Pero está en excedencia. Pues ejerce como asesor en la Delegación del Gobierno. Lugar idóneo para que se curta en tareas que le serán de enorme utilidad para su devenir en política. Juan Vivas, por ejemplo, no se cansa de decir que su paso por el edificio emblemático de la Plaza de los Reyes fue todo un acierto. Y que siempre le estará muy agradecido a Luis Vicente Moro. Y es que el presidente de la Ciudad es persona agradecida. ¿Lo duda usted...? Ah, pues yo no...

Carracao está viviendo momentos estupendos. No en vano, a sus veintinueve años, disfruta de un cargo destacado, en sitio destacado, y goza de la confianza de José Fernández Chacón. Y me da a mí en las pituitarias que es muy estimado por sus compañeros.

Cuando hablo de compañeros no me estoy refiriendo ni a Basilio Fernández ni tampoco a Antonio Gil. Quienes, es una impresión mía, creyeron que José Antonio no dejaba de ser un muchacho con el cual se podía jugar al abejorro y, claro, metieron la pata hasta el corvejón. Verdad es que ese error está al alcance incluso de quienes se tienen por lumbreras, pero siguen mirando con desprecio a los jóvenes.

Por eso los jóvenes con aspiraciones de ser alguien en la política activa, como es el caso del hombre a quien le estamos dedicando ‘El oasis’ de hoy, han de sentir gran apetencia de conocimientos y ponerse a estudiar como si en ello les fuera la vida. Máxime si gozan de todas las posibilidades habidas y por haber. De lo cual está sobrado JAC.

Tan sobrado está de ayuda, de tiempo, de edad, de tranquilidad, y de aptitudes..., que debería someterse a un trabajo concienzudo de lecturas para convertirse en un orador brillante. Y seguro, vamos, tanto como que yo voy a cumplir setenta años, que se metería por los oídos de las mujeres. Y todas ellas acudirían con prisas a las urnas, en su momento, gritando el nombre de José Antonio Carracao.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto