Su nombre es Ahmed Adghirni, abogado, escritor y jefe de
partido pero su característica principal es que considera el
Islam (religión de Estado en Marruecos), “como un culto que
fue impuesto a la población del Magreb por los ‘invasores
árabes”, según recoge El Mundo.
“Antes del Islam, éramos paganos, cristianos o judíos. El
paganismo, el cristianismo y el judaísmo acabaron siendo
expulsados del Magreb, el Islam correrá la misma suerte si
continúa utilizando la religión como instrumento de poder”,
asegura.
Este abogado de 61 años, no es de profesión provocador ni un
político más, hasta la semana pasada era el presidente del
Partido Democrático Amazigh Marroquí (PDAM), “una formación
de reciente creación que beneficia de sólidos apoyos entre
la juventud amazigh de Marruecos”.
“Un peligro para la unidad del país”
Los islamistas y la prensa especialmente la árabe, lo
consideran “un peligro para la unidad del país” y el
Ministerio del Interior consiguió que disolviera su partido
por “incitación al odio racial”. Ante estos hechos, Ahmed
Adghirni sigue asegurando que del Islam que es “la religión
del gobernante y no la del pueblo”, como se lo explica a El
Mundo.
“En muchas ciudades y aldeas de Marruecos, nuestros hermanos
van a misa el domingo y participan en coros”, afirma el
político. Sus ideas son muy debatidas en la red, reniega
también de la ‘Umma Árabe’, la ‘Nación Árabe’ y de la causa
palestina. se declara abiertamente “amigo de los Judíos y de
los Israelíes”.
“Adghirni ha desatado recientemente la furia de los
arabófilos marroquíes reconociendo públicamente que pasó la
última fiesta del cordero, una de las celebraciones
religiosas más importantes del calendario musulmán, en
tierras israelíes”.
El nacionalismo radical
En una entrevista concedida a El Imparcial de Granada, Ahmed
Adghirni, afirma que “el nacionalismo arcaico” que mantiene
la política marroquí en torno a Ceuta y Melilla busca sólo
enfrentarse con España. No obstante, el PDAM considera a
ambas ciudades como territorios rifeños que ya disponen de
una autonomía concedida por España a la que este partido
aspira o desea para todo el Rif.
Ahmed Adghirni, en su entrevista al mencionado rotativo
granadino con ocasión de la asamblea que su formación
celebró en Granada ante la prohibición de las autoridades
marroquíes, fustiga sin piedad al régimen marroquí, al que
acusa de estar controlado a todos los niveles por Francia.
Adghirni afirma que la democratización de Marruecos pasa por
un modelo autonómico similar al español, que permita acabar
con la corrupción y la usurpación de tierras y riquezas
mineras por los grupos de poder. Cree que la gran
oportunidad de España, a diferencia de Francia, es liderar
una nueva política con África del Norte basada en la
vecindad y no en la dominación imperial.
Asegura que la suya es una formación política abierta “a
todos los marroquíes de ambos sexos. No somos un partido
étnico, ni racista, ni xenófobo. Reconocemos la diferencia
étnica, ideológica y religiosa; la diversidad de creencias,
de razas y de etnias”.
Defiende que Marruecos es un país con “enormes yacimientos,
fosfatos, cobalto, uranio, con recursos hídricos y
agrícolas, con bosques y grandes superficies de explotación
agraria. El problema es que Marruecos económicamente está
dominado por un puñado de familias, por una élite que
acapara sus riquezas. Si un día los marroquíes tuvieran la
posibilidad de beneficiarse de estas riquezas, seríamos un
país rico, que podríamos dar un ejemplo de desarrollo sobre
la base de la cooperación con países como España”.
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