Que Benigno Sánchez es un gran entrenador no lo discute
nadie. Llegó el pasado mes de febrero a la AD Ceuta, a falta
de 15 jornadas, y llevó al equipo a las puertas de Segunda
División ´A´. Pero de ahí a que el pasado jueves fuera
recibido en la Ciudad Autónoma para recibir la insignia de
Ceuta hay un trecho. Sobre todo cuando hay ceutíes que
llevan toda la vida trabajando por el deportes caballa, y
nadie les ha dado ni una palmadita en la espalda.
Siendo justos, lo cierto es que tanto le debe Benigno
Sánchez a la AD Ceuta como la AD Ceuta a Benigno Sánchez.
Porque, que a nadie se le olvide, cuando el técnico murciano
llegó a tierras caballas éste estaba sin equipo, después de
que la campaña 2006/07 descendiera con el Eldense a Tercera
División. Y es que, estando en el paro, el lorquino estaba
como ´loco´ por tener un equipo con aspiraciones y mimbres
como los que encontró.
Lo curioso del asunto, como sucede en el mundo del fútbol,
es que nadie se acordará mañana de lo que pasó ayer. Lo
único que espero, por el bien de la Asociación, es que el
efecto de Benigno Sánchez no sea flor de un día. Y que el
año próximo, esta vez con razón, se le vuelva a poner la
insignia.
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