Mejorando la presente y
excluyéndose una servidora, que es más birriosa que todas
ellas juntas y encima gurrumina ¿Se han fijado en lo
tremendamente feas que son algunas de las Ministras que nos
representan a nivel Gobierno Español? Pero, además de feas,
desgalichás y con pintas de pobres. Nada que ver con
Mademoiselle Cocó que, jamás fue agraciada pero que
representó la cima del charme francés, ni con Nati Abascal
que, con años y cuidadosos toques ha pasado a ser una
espléndida portada del Hola, cuando de joven resultaba
brujil, elegantísima como ninguna, pero brujil.
No. Los escasos atributos físicos de algunas de nuestras
Ministras van aunados a una sosez sin límites, sin un puto
toque de estilo. Pero para eso estoy yo, la Rifeña, para
asesorar cualquier imagen que no sea la mía y encima
gratuitamente ya que ofrezco gratis el 145 CI que (ante la
rabiosa incredulidad de mi progenitor que consideraba esa
cifra una clara afrenta hacia sus hijos varones) repito, el
CI que, gratis, por Dios me fue concedido. ¡Alucinen con lo
virtuosa que soy!.
Pero, les constará que en unas escuetas líneas no puedo
asesorar con mis sabios consejos a esa especie de aquelarre
ministerial y tendré que ir espaciándome y estudiando caso
por caso, con cariñoso empeño y rigurosa sinceridad. Así
que, como la Ministra más popular, ya que ha aparecido en la
prensa rosa por aquello de la preñez y de los viajecitos
llenos de “gestos” con el avión militar convertido en una
especie de paritorio, para hacer la pamplina de visitar a
las tropas en el culo del mundo, como Carmen Chacón es la
más conocida por la “gracieta” de poner a una muchacha al
frente de los ejércitos que han de defender a España, con
esa empiezo.
Aunque hago constar que, para la derecha neoconservadora a
la que pertenezco, la persona clave para dirigir la defensa
de una nación es un alto cargo militar de academia y
multicondecorado, a ser posible. Un tipo así en caso de
conflicto, a los neocon nos da seguridad y confianza, nos
hace sentir protegidos, porque es un experto y es respetado
como tal, automáticamente por la tropa. Pero como padecemos
la moral de la ñoñería y de la cursilería-pijoprogre, da
mejor en las revistas del cuore y en los programas del
marujerío, la preñada cantando lo del “Ardor guerrero, tiñe
nuestras voces” Que el general de brigada artito de pegar
barrigazos con el cetme y de sufrir la suerte de sus hombres
como propia. La verdad, el Ministro de Defensa ideal para
los neocon es el héroe más condecorado de España, el General
Rodríguez Galindo, que merece más que una reparación y no
esta birriosa que tiene el empaque de un gato escaldáo.
No obstante, como no quiero que, los españoles seamos objeto
de cachondeo internacional ante las pintas que se gasta.
Aquí están mis consejos para cuando supere, la muchacha, la
baja maternal. Si los sigue adquirirá cierta presencia y
logrará aparecer menos pavisosa. En primer lugar tiene que
acudir al doctor de Benito y hacerse cirugía estética ¿Qué
dicen, que me la haga yo que tengo cara de piojo de Tetuán y
pinta de haber pasado más hambre que una ladilla en la ingle
de una Barbie? Vale. Por mí encantada, si me lo pagan,
mañana mismo. A Carmen yo le retocaría totalmente el óvalo,
empezando por una operación de mandíbula, ya saben, ese tipo
de intervención delicada que consiste en armonizar la
barbilla con la nariz, afinando y refinando el apéndice
nasal. Luego los pómulos, pero no con implantes pinchados,
sino de los caros, de los fijos que se meten por dentro de
la boca, para equilibrar.
El segundo paso en alegrar su vacua mirada tirando y
estirando la cola de la ceja y abriendo los ojos. Botox en
la frente. Peeling químico, rellenitos por aquí con borrado
de rictus, elevación de labios y un retoquito en la boca sin
que se note demasiado, amen de cirugía embellecedora dental.
Que vaya la chica al médico y le diga en plan marcial “¡Me
ponga de inmediato la sonrisa de la Preysler, pero como se
que caiga la cara cuando deje de sonreír como le pasa a ella
le aplico la Ley Marcial! ¿Qué si es todo?
¡Cuitada de mí! ¿Se han fijado ustedes en los pelánganos que
se gasta? Necesita extensiones para dar volumen y un corte a
lo garçon, liso y lindo, con iluminaciones, que no mechas.
Después su buen pilates para coger empaque a fuerza de
abdominales, sus ejercicios de musculación para quemar grasa
y la proteína cara de soja (yo tomo la barata de suero de
leche porque no tengo medios) y para los descolgamientos sus
sesiones de power plat. ¡Quien pudiera!... ¿Qué mascullan
entre risillas de ratas de Calatayud? ¿Qué viste horrible?.
Mejor. Porque puede vestir de maravilla y a precio de saldo
si se dedica a promocionar a los grandes modistas españoles,
no a los supergrandes, sino a los genios que visten a las
mujeres normales, Adolfo Domínguez, Roberto Verino,
Purificación García, Palacios, los maravillosos Vittorio y
Luchino y tantos otros ideales. ¿Qué coño musitan? ¿Qué de
esos he sido capaz de adquirir yo algo en la quema de
rebajas y ahorrando? Sí. Y me encanta. Me encantan las cosas
tan solo cuando me las he currado y he luchado por ellas,
desde una carrera universitaria a una camiseta de saldo de
Bimba y Lola, que es mi locura. Es el alma calorro-rifeña,
donde tan solo somos personas cuando estamos luchando por
algo.
Carmen Chacon lo tiene todo más fácil. Y el deber de dar de
las españolas una imagen espectacular, por cuestión de raza,
porque, aunque entre birriosas anda el tema, ella a lo rico
y yo en pobre, lo que te curras lo consigues. Así somos las
españolas, que nos crecemos ante los retos ¡Agustinas de
Aragón, rompan filas y al quirófano!
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