Recorro, una vez más, Ceuta con mi
ya encariñada moto. Cámara en ristre voy plasmando en el
chip cada rincón de la ciudad. Mucha luz, para mi gusto,
despedida desde nuestro astro rey pero que no es impedimento
para que saque buenas fotos.
Antes, en fotografía, lo aconsejable era disponer de las
horas del amanecer y del atardecer para sacar buenas
instantáneas debido a la emulsión que impregnaba el film y
que relucía con fuertes contrastes si las tomaba en horas
lindantes del mediodía.
En mi recorrido veo miles de metros cuadrados de solares
ocupados por barbechos, rastrojos y basuras.
Muchos de esos solares son, supongo, de propiedad militar.
Pero están en desuso. Suponen, esos solares, una inmensa
oportunidad para que la Ciudad comience a construir
viviendas sociales adecuadas… pero imagino que la Ciudad no
está por la labor.
Estoy de acuerdo con el ex delegado del Gobierno,
García-Arreciado, incluso lo escribí antes en numerosas
ocasiones, que nuestra Ciudad anda anclada en el pasado.
Diríase que no salimos de la era terciaria del Jurásico pero
no llego a tanto.
Las actitudes, hechos y posturas de las autoridades locales
así lo confirman. No somos una ciudad moderna, aunque traten
de disfrazarla con semáforos anoréxicos, y tenemos infinidad
de carencias que cada ciudadano sabe.
Dependemos de las navieras para comunicarnos con nuestros
hermanos, y primos, del otro lado del “charco” y ello
redunda en perjuicio de todos los ciudadanos en cuanto a
precios de referencia. ¿Dónde está archivado aquél proyecto
de naviera propia de la Ciudad?
Una cosa que me llama la atención y que demuestra, en
apariencia, la cobardía de nuestros gobernantes y es la
falta de Consulado marroquí, siendo como es una cuidad
fronteriza y zona de paso de millones de marroquíes…
Existen miles de formas de disponer de ese consulado, aunque
el país titular no quiera por la causa que sea, y una de
esas formas es la presión al paso de sus propios ciudadanos
que cruzan la ciudad cuando vienen de vacaciones… cruzan
también nuestro país.
Bueno, pasemos a otra cosa. Para escribir sobre Marruecos
tenemos a nuestro buen amigo José Luís Navazo que no se
cansa nunca.
Pongamos sobre el tapete el recibo de la luz, la factura de
las eléctricas. De la factura única ya se encargan otros.
Si pretenden que amemos nuestro entorno ecológico y no lo
contaminemos más con los gases, el único camino es el de que
todos utilicemos la fuerza eléctrica para nuestras
necesidades. Pero si la ponen por las nubes, y no
precisamente en descargas tormentosas, con alzas de precios
que sobrepasan el IPC… apaga y vámonos a la Antártida.
Prefiero morir congelado a que se me congele el sueldo
pagando la factura.
Esa subida del 5,6% es sólo la cola del lobo que asoma entre
la maleza económica española. Ya vendrán más subidas con los
más peregrinos pretextos… para que sigan gritando ¡Viva el
capitalismo!
¿Dónde anda metido el auténtico socialismo?
Utilizo el cambio de agujas para cambiar de tema. Hablo un
poco de deportes, aunque no sea mi tema favorito.
La derrota del Ceuta en aquellas tierras donde residí largos
años era de esperar, al menos por mí. No concibo un equipo
de nuestra ciudad en una división superior mientras no
disponga de un presupuesto adecuado y que no nos lleve al
final de temporada a una situación como las que muchos
equipos han vivido: la más paupérrima miseria.
Eso se comprueba perfectamente en los “llenos” del vetusto
estadio ‘Alfonso Murube’. “Llenos” que casi nunca superan,
salvo en contadísimas excepciones, la cifra de mil
espectadores. Con esa asistencia, el club no tiene ni con
qué pagar los anuncios publicitarios en nuestro diario.
Recapacitemos. No tenemos a un Berlusconi entre nosotros. No
siempre vamos a vivir de subvenciones y regalos.
Tanto ha afectado la situación económica actual a todos los
ciudadanos, excepto a unos cuantos -los de siempre-, que ya
ando yo por la cuerda floja. ¡Ojo! No he escrito soga.
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