Un deportista se ha propuesto contribuir con su granito de
arena en la rehabilitación de un hospital en un pueblo al
sudeste de Marruecos, Guercif. Y lo hará llevando
personalmente su ayuda desde Tarifa, aunque de una forma
particularmente arriesgada y fatigosa. El próximo 30 de
agosto nadará con dirección a Ceuta a través del Estrecho;
desde la ciudad pedalerá 450 kilómetros y correrá los
últimos 84 hacia el sudeste magrebí.
Si la fe mueve montañas, la solidaridad sin duda ayuda a
escalarlas. Un joven expedicionario partirá el 30 de agosto
desde Tarifa a nado con dirección a Ceuta, a través del
Estrecho de Gibraltar, llevando como lastre ayuda en
metálico hasta el pueblo de Guercif, en Marruecos, al
sudeste de la región de Taza, con el fin de recaudar fondos
para el hospital de esta localidad. Tras pisar la ciudad,
aún le esperan casi 450 kilómetros en bibicleta y cubrir a
la carrera los últimos 84 kilómetros.
Se trata de un reto personal “con el que espero aportar mi
particular granito de arena”, comentó José Manuel López a EL
PUEBLO, el héroe de esta titánica empresa. “La idea me llegó
tras visitar a unos amigos en este lugar. Ellos trabajan en
una ONG local que se dedica a hacer casas y a rehabilitarlas
en territorios donde la ayuda se hace más importante. Me
invitaron a pasar unos días en el pueblo de Guercif, donde
trabajé como payaso profesional, animando a los chavales”. Y
entre actuación y actuación pensó que bien podría hacer
llegar a esta localidad su pequeño grano de arena que, a día
de hoy y tras meses de meditación, se materializará en una
colosal travesía de casi 580 kilómetros.
La inquietud le llegó “tras ver toda la problemática con el
tema de las pateras que se la juegan cruzando el Estrecho
con el afán de encontrar una vida mejor”, expresó José
Manuel. Entonces, pensó que sería una buena idea hacer “el
viaje al revés”, yendo a nado en la dirección contraria, “a
contracorriente”, que además da nombre a la página web donde
solicita la ayuda de los ciudadanos (www.
mojatecontracorriente.blogspot.com).
La distancia es, aproximadamente, de 580 kilómetros. La idea
es nadar el Estrecho desde Tarifa, “pero no rumbo a Tánger,
que sería el camino más corto, sino hasta Ceuta”, cuya
distancia es de unos 20 kilómetros aproximadamente. Tras
ello, “aún me esperan dos maratones, uno en bicicleta, que
será de unos 450 kilómetros y, 84 kilómetros antes de llegar
a Guercif, aparcar la bici y empezar a correr”.
Para afrontar esta fatigosa travesía, Jose Manuel comenzó
“hace varios meses” una preparación física a fondo, que
constó de unas 30 horas semanales, con ejercicios que fueron
variando regularmente. “Una semana nadamos en aguas
abiertas, mientras que el fin de semana solía hacer más
bicicleta y un poco de gimnasio”, expresó López.
El grupo consta de siete profesionales de la construcción,
cada uno en un área distinta de la construcción y
restauración: obreros, fontaneros, arquitectos. La idea es
restaurar tanto el hospital como la escuela de Guercif. En
cuanto a los motivos que empujan a llevar a cabo esta
fatigosa cruzada, por un lado está “la ayuda que se puede
prestar a poblaciones que no distan mucho de nosotros, pero
que cuentan con grandes carencias sociales en las que en
nuestro mundo no tenemos”. Por otro lado, la idea de este
viaje es llamar la atención y que sea visible con el fin de
“pedir a la gente que sea solidaria, a solidarizarse con
esta causa y con otras iniciativas con el fin de ayudar a
los más necesitados”.
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