Y fue, precisamente, en Gerona,
donde el Ceuta, en uno de los peores partidos de la
temporada fuera de casa, perdió el encuentro, (1-0) y
perdió, de paso, el ascenso a segunda A.
Se ha llegado hasta donde se pudo llegar y aquí no quedaba
más que ganar, o por lo menos marcar un gol, cosa que no se
hizo y los gerundenses, por méritos propios, lograron el
ascenso.
La eliminatoria ha sido limpia, los dos equipos buscaban el
ascenso y sólo uno podía lograrlo. Lo logró el que, a lo
largo de los 180 minutos de la eliminatoria ha sido el
mejor, y al Ceuta no se le puede objetar más que en este
encuentro no saliera como venía jugando fuera de casa, esto
es, les pudo la responsabilidad, salieron atenazados y,
salvo los primeros 12 minutos, siempre estuvieron a remolque
de sus oponentes.
Además, en esta ocasión no acompañó ni la suerte, pues en
los cinco últimos minutos, en la prolongación, con esa
suerte que hubo otras veces pudo haber marcado, con lo que
ahora mismo sería ya equipo de segunda A.
Otra vez se quedó el Ceuta en el camino y esto ya quiere
decir algo que parece que hay gente que no entiende, y es
que perder una categoría se pierde con unos cuantos fallos
que no se enmiendan pronto, pero ascender es más complicado,
porque aquí no puedes fallar nunca, y con todo y eso siempre
te puede superar alguien.
En diez temporadas en la categoría se han perdido cinco
ascensos, con lo que ni ahora debe ser culpa de quienes
llevan el equipo, ni antes lo era de quienes lo dirigieron.
Esto es muy complicado y ahí están las pruebas.
Ahora bien, lo que es complicado, que lo estamos
reconociendo, no deben hacerlo más difícil quienes viven de
esto, y si en los momentos de triunfo abundan las sonrisas,
los aplausos y se saca pecho, en el momento que vienen mal
dadas hay que dar la cara, por mucho que duela, porque
refugiarse en “no sé donde” va en contra de lo que es y debe
ser el deporte.
Y digo esto porque, el domingo, tras el partido, igual que
hubiéramos hecho si se hubiera logrado el ascenso, tratamos
de hablar con algunos de los expedicionarios del Ceuta y
salvo el Jefe de Prensa, el Presidente y el Secretario
Técnico, no hubo ningún teléfono que respondiera.
El jefe de Prensa nos decía que el entrenador estaba muy
afectado, que casi no había podido hablar en la rueda de
prensa, y los jugadores, desde el capitán hasta el portero,
pasando por media docena más, no se dignaron coger el
teléfono, desde las nueve de la noche hasta las diez menos
veinte minutos que fue el rato que estuvimos llamando desde
RNE.
No sé qué problema habría, pero desde luego RNE quería que
la afición oyera de los propios protagonistas qué había sido
lo que había pasado para no jugar mejor. La afición que
paga, se ha quedado en este caso sin saber qué
justificación, si la hay, daban ellos.
A partir de ahora, volver a empezar. Se llegó a tocar el
ascenso, pero al final se escapó. Para otra vez será, y si
es el año próximo mejor que el siguiente, pero ..., claro
... otra vez en el camino es dejar a los aficionados sin el
caramelo que se llevaban a la boca.
Las vacaciones, el verano y la nueva remodelación del equipo
harán que se olvide este nuevo traspiés, ya veremos como,
seguro que se olvida, pero la situación se complica más cada
año.
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