Lunes, 9
Manuel Leyton, ‘El Coli’, fue un banderillero que
murió en Las Ventas del Espíritu Santo de Madrid, un 15 de
agosto de 1964. Aquella tarde de verano, con el sol tapado
entre nubes, un novillo de Rodríguez Arce acabó con
la vida de un torero de plata conocido por mí, debido a que
alternaba en sitios que yo solía frecuentar. El Coli iba ese
día, por azar, en la cuadrilla de su paisano Copano.
Novillero que actuaba esa tarde con El Pepe, hermano
de Ángel Teruel; y El Estudiantes, mejicano
él. Se corría el tercer novillo de la tarde, cuando El Coli
se dispuso a cerrarlo en tablas, corriéndole con el capote
cogido por una mano. Pero fue alcanzado por el animal que le
propinó una certera puñalada por la espalda que le partió el
corazón. Ingresó muerto en la enfermería. Yo estaba en la
plaza, en el tendido siete, y desde allí pude ver
perfectamente como se consumó una tragedia que nunca he
olvidado y que he venido recordando algunos veranos. Ayer,
cuando aún estaba saboreando la victoria de Nadal,
sonó el teléfono. Y a través de él pude oír la voz del hijo
de El Coli: Manuel Leyton, que vive en Almería. Me
había leído, buscando en Internet escritos literarios sobre
la muerte de su padre, y tras preguntar en el ‘Pueblo de
Ceuta’, le dieron mi teléfono. Le conté muchas cosas
relacionadas con aquel gitano de ojos verdes, jerezano de
buena estampa y conquistador de muchos quilates... Y el hijo
supo agradecérmelo con palabras muy sentidas.
Martes, 10
Los propietarios de la Manzana del Revellín emiten un
comunicado ambiguo y orientado primordialmente a tratar de
dejar a Juan Vivas con las posaderas al aire. Y para
ello han reconocido con dos años de retraso que es una
monstruosidad trasladar el Mercado Central de Abastos al
proyecto Centro Cultural y Comercial de la manzana. En ese
escrito reconocen los propietarios que en un principio
dieron el visto bueno al traslado porque creyeron que era
necesario para no atentar contra el bien general. El bien
general es la gran obra que Vivas tenía en mente. Y a la que
le han ido surgiendo obstáculos a porrillo. Lo cual ha sido
motivo de felicidad para sus enemigos. Los dueños de la
manzana han aireado que están arrepentidos de haber dado el
visto bueno, en su día, para ese traslado del mercado a la
manzana, porque lo consideran un uso incoherente, indeseado
y depreciador del conjunto edificatorio (sic). En una
palabra, cuando no se han salido con la suya en el aspecto
económico, los propietarios de una parcela que lleva mucho
tiempo bajo sospecha, han “cantado la palinodia”. Con el
único fin de menoscabar la credibilidad del presidente de la
Ciudad. Y a mí me parece, además de que el comunicado sea
confuso, incierto, vago..., que a lo mejor dentro de nada
vemos a los propietarios largando en otro comunicado que las
partes se han vuelto a sentar a la mesa de los acuerdos y
han conseguido coincidir en tantos puntos sobre el uso de la
Manzana del Revellín, que hasta el Mercado central de
Abastos tiene cabida en ella.
Miércoles, 11
Si supiera encauzar sus energías, Pedro Gordillo
sería un personaje capaz de ganar muchas más voluntades que
las que ha conseguido hasta ahora en su trayectoria como
político. Pero a veces se pierde entre bastidores
impopulares y dice cosas que le perjudican más de lo que él
podría pensar. No obstante, nadie es perfecto, hay veces que
conviene destacar ese arrebatamiento que se apodera de él y
lo convierte en una máquina que durante equis tiempo no cesa
de contar su verdad. La verdad de esta semana, la del
vicepresidente de la Ciudad, ha sido aplicada a Juan Luis
Aróstegui. Una verdad que debe haberle hecho daño al
secretario General de Comisiones Obreras. Gordillo le ha
dicho a éste que se olvide de querer mangonear en AMGEVICESA.
Empresa de la que el primero es presidente del consejo de
Administración. Hasta aquí todo normal. Pero luego llegaba
lo gordo: “Algún día explicaré la influencia que ejerció el
señor Aróstegui para colocar a su señora”. La amenaza se las
trae. En principio, porque a nadie le agrada llegar a su
trabajo y encontrarse con los compañeros mascullando
maldades sobre lo denunciado. “Claro, con un marido así,
cualquiera puede conseguir un puesto de trabajo tan
estupendo”. Hay gente para todo. Y, desde luego, la
advertencia es dura para quien está en todo momento
dispuesto a darnos lecciones de honradez. Pues bien, seguro
que el citado Aróstegui, por tener ya más concha que un
galápago, hará oídos sordos a lo dicho por Gordillo, y
saldrá por peteneras. Nota: mi gozo en un pozo. Acabo de oír
a Gordillo dar marcha atrás y pedirle disculpas a Aróstegui.
Este hombre no tiene enmienda. Actúa a impulsos y termina
siendo manejado como el viento lo suele hacer con la flor
del vilano. La sombra alargada de Juan Vivas puede mucho.
Jueves, 12
Juan Vivas anunció con algo más que precipitación una
obra faraónica con idea de que ésta quedara como legado de
su paso por la presidencia de la Ciudad. Y, desde el primer
momento, se le echaron encima quienes no estaban dispuestos
a permitirle que su proyecto se hiciera realidad. Surgieron
los obstáculos y durante un tiempo sólo se habló en Ceuta de
una manzana convertida en discordia permanente. Se sacaron a
relucir trapos sucios de cuando Aróstegui –¿para
quiénes trabaja este hombre?- era concejal. Y, desde luego,
las bocas se desataron contando que la parcela había sido
motivo principal para que varios diputados de GIL apoyaran
el voto de censura contra Antonio Sampietro. Se
airearon mil historias y la parcela todavía es motivo de
escándalo. La verdad es que el presidente sigue pensando que
es el lugar idóneo para darle cobijo al Mercado Central de
Abastos. Pero ha decidido dar marcha atrás y ha renunciado a
esa primera decisión que tanto revuelo levantó en la ciudad.
¿Cuáles han sido los motivos?... Uno, sin querer dárselas de
listo, está enterado de cuanto ha venido aconteciendo para
que el presidente haya terminado por dar el cante. Y creo
que está en su perfecto derecho, como presidente que es, de
tomar tal decisión. Pero no menos cierto es también que le
ha faltado, en el instante de anunciar el fracaso de su
proyecto, generosidad con quienes le ayudaron en los
momentos difíciles. Aquellos días en los cuales vociferaban
contra él la gente que dirigía Aróstegui: un sindicalista
que tiene licencia para insultar al presidente y encima es
tenido por éste como si fuera su ángel protector.
Inconcebible. Aquí se cumple el refrán: Hay amores que
matan.
Viernes, 13
Ayer hallé a Inmaculada Ramírez cuando caminaba hacia
el Ayuntamiento y me paré con ella. Y le dije que días antes
la había visto y que había pasado por mi vera como alma que
va en pena. Iría ensimismada en mis cosas y seguro que no te
vi. Me dijo la portavoz socialista. Y nos pusimos a charlar
sobre la actualidad de la Manzana del Revellín. Tema tan
manido ya como siempre apasionante debido a los muchos
intereses que se están jugando en ese proyecto que nació
maldito. La diputada socialista, con la sutileza que
caracteriza a las mujeres y con ese sexto sentido que
poseen, me entró en corto y por derecho: “Manolo,
cuéntame algo de la Manzana del Revellín, porque yo creo que
tú debes saber tela marinera del asunto”. Y yo le respondí
como suelo hacer en estos casos: te contaré muchas cosas si
me prometes que lo que te diga no sale de Portugal. Y entre
las risas que afloraron y que ella llevaba mucha prisa
porque tenía que reunirse con los miembros de la oposición,
cambiamos de tema. Aunque todavía hubo tiempo para que
Inmaculada Ramírez, cuando le dije que Juan Vivas
carecía de rival que pudiera sustituirle en la presidencia,
me mirara de arriba abajo y me dijera que nanay de la China.
Que no estaba de acuerdo cono mis palabras. Pero sin torcer
el gesto ni, mucho menos, decirme la guasa correspondiente.
Cada día me convence más la forma de ser de la señora
Ramírez.
Sábado, 14
Los sábados, salvo que me surja cualquier contratiempo,
suelo darme mi paseo por el centro antes de recalar en el
restaurante La Pérgola, donde nos reunimos los de siempre
para hablar de las mismas cosas de siempre. Y durante mi
caminar por la Avenida de Sánchez Prados me encuentro
con alguien a quien aprecio y con quien suelo pegar la hebra
con sumo gusto. Él pertenece al Partido Popular y lo primero
que me dice, cada vez que nos vemos, antes que nada, es que
soy más de izquierda que la Pasionaria. Chanza que acepto de
buen grado viniendo de él. Hoy venía mi conocido con ganas
de no dejarme hablar. Y lo ha logrado. Y, claro, me ha hecho
sufrir un buen rato mientras destacaba las cualidades de
Pedro Gordillo. “Es como es... Y hay que aceptarlo con
esa manera suya tan carente de superficialidad. Luego le ha
tocado el turno a Francisco Márquez. Y me lo ha
descrito como una persona muy responsable y cuya disciplina
militar es muy apreciada por Juan Vivas. En suma: que
el consejero de Hacienda, según mi conocido, es político de
mucho fiar. Tampoco ha escatimado elogios para Juan
Manuel Doncel. Del Consejero de Fomento destaca lo buena
persona que es en todos los aspectos. De Vivas, bueno, qué
quieres que te diga que tú no conozcas de nuestro
presidente. En fin, la verdad no tiene más que un camino: no
hay nadie en la ciudad que pueda sustituirle. ¿O no,
Manolo?... Mira, a mí lo que más me gusta del Gobierno
es su sonrisa. ¿De qué hablas, aclárate? De la sonrisa de
Mabel Deu. La consejera de Educación y Cultura.
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