Definitivamente la consejera de Medio Ambiente y los
ecologistas integrantes de la plataforma anti-inceneradora
no se ponen de acuerdo sobre el tipo de planta que deberá
eliminar los residuos de la ciudad. Yolanda Bel se desplaza
este lunes a Madrid donde será recibida por la ministra con
la que comparte área, Elena Espinosa, para debatir, entre
otros asuntos, la futura gestión de las basuras de la
ciudad. Bel explicó que “se iban a observar y analizar todas
las posibidades” pero que la opción del compostaje para el
gabinete ceutí “era lo último” al considerar que la salida
comercial del compost “ya presenta problemas en la
Península, más aquí que con las peculiaridades que tiene la
ciudad de aislamiento”.
El presidente de AVISCE, Juan Redondo, opina por el
contrario que “la cuestión está en el marketing, la clave no
es lo que se vende sino el cómo venderlo”. En AVISCE creen
que hay algunos sectores donde se podría dar salida al
producto: “Para determinadas legumbres y los campos de
flores es completamente viable, hay opciones en el sur de
Andalucía”. El presidente de Septem Nostra, Jose Manuel
Pérez Rivera, cree que si el modelo actual de llevar las
basuras a la península “supone un coste de alrededor de tres
millones de euros, con el compostaje la reducción del
volumen total de los residuos sería de alrededor de un 40%,
así que si prácticamente lo regalaramos seguiríamos
obteniendo un beneficio con respecto a lo que ya tenemos”.
Una de las posibilidades que se podría abrir según Pérez
Rivera sería pedir la financiación al Ministerio para que se
cubriera el diferencial de costes que supondría el trasladar
el compost producido en la ciudad a la Península y así el
fetilizante tuviera la misma compotitividad en precios que
los producidos en otros lugares de España. “Además habría
que estudiar cuales son las posibilidades de Marruecos y ver
cuanto porcentaje iría al consumo interno para abonar las
zonas verdes que han aumentado bastante”.
La consejera ha asegurado que no irá a la reunión con la
ministra Espinosa con una idea preconcebida para la gestión
de las basuras y que la incineradora será una opción más.
Este proyecto no sería el adecuado según los ecologistas:
“no queremos una planta de combustión. Primero, por la salud
pública porque las emisiones pueden presentar elementos
cancerígenos y, segundo, porque hay que ir limitando los
gases que se expulsan a la atmósfera” explicó el presidente
de AVISCE.
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