El gallego quiere que se hable en
gallego. El catalán que se hable en catalán. El vasco que se
hable en euskara. Y el andaluz, por la mare que me parió qué
no sé si tendremos que hablar en andaluz. Total, mare de mí
arma, la que estamos liando en España, chiquillo. Como
alguien no ponga freno, a todo esto, nos convertimos en una
torre de Babel, donde no va a haber un dios que se entienda
con su vecino.
Que me parece bien que en cada Autonomía se hable el idioma
que quiera pero, ante todo, se tiene que hablar en
castellano que es el idioma oficial de España.
Hoy por hoy, aunque haya todos estos que quieren que se
hable su
Idioma, en el mundo sabiendo inglés y español, vas sobrado.
Porque, a pesar del interés de todos estos que quieren
hablar el idioma de su Autonomía, en el extranjero no hay un
dios que los entienda. Además, es curioso, que cuando se
realizan encuestas por la calles de cualquiera de estas
Autonomías, todo el mundo responde en perfecto castellano.
Sólo cuando se les pregunta a los cuatro que con carguitos
responden en el idioma de sus Autonomías. Ahora, cuando
quieren que se enteren todos, hasta los discursos los hacen
en el más puro castellano. Manda…la cosa.
La Generalitat está realizando una campaña para que los
inmigrantes rechacen el español. Entre otras cosas les dicen
a los inmigrantes “aprende catalán para mejorar en tu
trabajo”.Eso será, digo yo, para el inmigrante que ya esté
de forma legal en España y tenga trabajo en Cataluña. Ya me
contarán cómo le van a explicar a los que lleguen en pateras
“que lo primero que tienes que hacer es aprender el catalán
para mejorar en su trabajo”. Si estos pobres no tienen
trabajo.
El folleto también dice “”sirve para ayudar a tus hijos e
hijas en las escuelas”. A ver si se enteran, estos de los
folletos, que lo primero que se tiene que hacer, es darle la
residencia y un puesto de trabajo al inmigrante y, después,
no se preocupen ellos llevarán a sus hijos a las escuelas,
menos todos esos niños que recorren la calles a todas horas,
sin ir a las escuelas que haberlos, como las meigas, haylos.
Y cuando esos inmigrantes son devueltos a sus países de
procedencia uno de ellos, al llegar a su casa dice” sé
cuatro palabras en catalán” o incluso medio hablo catalán.
Seguro que la madre se pone loca de contenta y corre la voz
por todo el pueblo diciendo que su hijo habla catalán.
Los más viejos del lugar se quedan embelezados escuchándole
para, al final de su disertación en catalán decirle, “bueno,
hijo, eso es muy importante por si viene algún turista
catalán aunque, por aquí, los que suelen venir son
españoles, de momento vete a guardar las cabras”.
Y los más importante que dice el folleto “para conocer a
gente y que te entiendan”. Lo de conocer gente, eso la va a
hacer sin necesidad de hablar ningún idioma, aunque sea mudo
de nacimiento. Ahora eso de que lo entiendan hablando,
solamente, en catalán va a ser una jartá de difícil, sobre
todo si vas al extranjero. Ahí, por mí mare, que no te comes
una rosca.
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