Según el Instituto de Ciencias del Mar el incremento de
lluvias que se ha producido durante la primavera puede
ayudar a que la plaga de medusas en las playas del litoral
mediterráneo sea menor este verano.
La abundancia de precipitaciones no influirá en el número de
estos animales pero mantendrá a un menor número alejado de
las orillas. El motivo es que las lluvias crean unas masas
de agua de diferente salinidad frente a las costas que
complica el paso a las medusas.
El biólogo local Álvaro García De los Ríos piensa, sin
embargo, que las tormentas “pueden filtrar el nitrógeno de
la tierra y aumentar la contaminación” lo que es un factor
que beneficia a las poblaciones de medusas.
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