Toda infancia tiene unas fases por las que debe pasar
ineludiblemente. Una de ellas se refiere a la práctica
deportiva en la que se tienen que iniciar desde muy temprana
edad si se quiere disponer de uno de los mayores beneficios
para la salud.
Una de esas prácticas deportivas es la natación, deporte muy
completo y sobre el que los expertos tienen mucho que decir.
Por ello, el Instituto Ceutí de Deportes lleva desarrollando
actividades para el inicio del deporte destinado a los niños
y niñas ceutíes.
Desde hace tiempo vienen desarrollándose cursillos de inicio
a la natación para niños y niñas de edades comprendidas
entre los tres y los siete años según nos informa Eduardo
Cruz, uno de los responsables de la piscina climatizada del
complejo polideportivo Díaz-Flor, en la barriada de Miramar.
Guiados y atendidos por los monitores Vicente Matoso, Luis
Jiménez, Ana Coronado, Elena Mateos, África Ríos y Noelia
Meras, vienen desarrollando estos niños y niñas un
complemento ideal para su evolución natural: clases de
natación de una hora. A decir verdad, los niños y niñas se
lo pasan “bomba” en la piscina del Díaz-Flor y son más dados
a divertirse que a tomarse el deporte en serio. Para ello
los monitores se desviven por atenderlos dentro del orden
para que aprendan a nadar y no se tomen como una diversión
el tema.
Muchos de los niños y niñas acaban por perder el miedo al
agua y algunos destacan por sus habilidades como nadadores
aunque aún les queda mucho camino por “nadar” hasta llegar a
ser magníficos nadadores que superen a los muchos magníficos
nadadores que la Ciudad a dado al país.
La Ciudad debe agradecer a los monitores de natación,
mencionados arriba, por su dedicación y esfuerzos en hacerse
comprender por una pandilla menuda que, por edad, ven la
piscina como una atracción de feria.
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