Con tantas ganas como en Ceuta, en tierras gerundenses se
espera que el reloj avance lo más rápidamente posible hasta
marcar las 18:30 del domingo, cuando el balón eche a rodar.
Un deseo que no puede ocultar el técnico catalán Raúl Agné,
ya que “la temporada es muy larga”, y una vez que han
llegado hasta aquí, “esta semana está siendo eterna,
esperando que llegue el domingo y sea lo que Dios quiera”.
Lo cierto es que uno de los dos equipos la próxima campaña
estará en Segunda ´B´, aunque el cero a cero de la ida deja
las espadas en todo lo alto. “Probablemente de las cuatro
eliminatorias la más abierta es la nuestra”, asume Agné. A
lo que añade que “sigo pensando que está al 50 por cien” ya
que entiende que “el Ceuta nos lo pondrá muy difícil”. Un
empate sin goles en el Murube que, como ya dijera al término
del partido de ida, “creo que es un buen resultado, porque
todo lo que sea una victoria nos favorece y en eso pensamos
sólo”. Al margen de que, “en lo personal, estoy convencido
de que la balanza va a caer de nuestra parte”, sin olvidar
que “el rival también va a hacer todo lo posible para
evitarlo”.
Pensando en cómo se vaya a desarrollar la contienda, el
técnico rojiblanco vaticina que “los dos equipos seremos
conscientes de que dura 90 minutos”. Por ello entiende que
“habrá fases del partido que dominaremos nosotros, otras que
dominará el Ceuta y el más listo se llevará el partido, el
que menos se equivoque”. Noventa minutos por delante en los
que “aquí ya no vale si juegas bien o juegas mal. Aquí
ganará el que menos errores cometa y el que en el cómputo
general domine mejor las áreas”.
La única incógnita que tiene para el domingo es si Chechu
podrá jugar o no, dependiendo de como evoluciones de su
rotura de fibras. Durante las últimas horas “parece ser que
va a poder estar, pero no soy optimista”. Puntualizando que
“sería bueno que lo pudiéramos tener, porque para nosotros
Chechu es como Messi para el Barça”.
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“Vamos a pasar a la historia por llenar Montilivi para ver
al Girona”
Lo que parece seguro es que, como
ya ocurriera el pasado domingo en el Alfonso Murube, el
Girona contará con el jugador número 12 en la grada, al
estar Montilivi lleno hasta la bandera. Algo que para Raúl
Agné supone que “esta plantilla va a pasar a la historia por
ser la única capaz de llenar Montilivi para ver al Girona y
no ver al Barça, al Espanyol o hace mucho tiempo al Madrid”.
Hasta el punto de que “los cuerpos de seguridad se han
tenido que meter por medio para limitar el aforo, y va a
haber 8.500 personas, en un ambiente de lujo”
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