Los primitivos terrenos, ahora desechados, los de Ybarrola
disponían de una superficie aproximada de 3.000 metros
cuadrado. Para salvar el problema que suponía la protección
de la fachada del chalet, el Gobierno propuso una parcela
alternativa, anexa a la de Ybarrola y de unos 500 metros2
más que la primera opción.
Sin embargo, al comprobar, sobre el terreno, el nuevo lugar,
la Administración General del Estado pediría [por razones
obvias de seguridad] toda la superficie de la parcela, esto
es, algo menos de 7.000 metros cuadrados. La Ciudad lo
pensará pero, a priori, sería transigente con la
proposición.
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