La Ciudad ya ha mostrado carencias manifiestas en enseres de
primera necesidad que proceden directamente de la Península
a través de grandes camiones, como la fruta y la verdura,
mientras que el almacenamiento de medicinas es suficiente y
el pescado, debido a la procedencia de Marruecos, no
faltará. En adición a ello, la huelga y los colapsos con los
que amenazaban los camioneros locales no se llevará a cabo,
ya que la Ciudad se ha sentado para dar una respuesta
favorable a las cinco propuestas de los transportistas de
Ceuta.
Hace tan sólo dos días entraba por la Estación Marítima del
puerto de Ceuta el última gran ‘container’ con mercancía
perecedera para surtir a la ciudad. Se encontraba ya en zona
de embarque listo para pasar al otro lado del charco, rumbo
a la ciudad y, por ello, no fue detenidos por los piquetes
de los camioneros en huelga. A última hora de la mañana de
ayer, la carestía de reservas en los principales centros de
aprovisionamiento para supermercados y áreas de comercio,
Andrés Rocher y Contreras Losantos, se dejaron notar en la
mayoría de los centros comerciales, tanto pequeños como
grandes. Si bien en los puestos del Mercado de Abastos de la
ciudad, las frutas y verduras eran un bien liquidado antes
de media mañana, en establecimientos como el supermercado
Lidl y diversos supermercados céntricos la nota era más o
menos parecida. “Estamos apurando la última tanda de fruta y
verdura, porque en Rocher -mayorista de comestibles que
tiene su centro de descarga en Muelle Alfau- ya no dijeron
esta mañana -por ayer- que no había existencias”, comentó
María, que apuntó con pesar la carestía, en su puesto del
mercado central, de “cogollos, manzanas, guindas, cerezas,
champiñones, aguacate, tomate de pera y pimiento rojo”.
Apenas queda un kilo de cerezas en un capazo.
El resto de género que rellenaba los huecos, que eran
melones y sandías, tomates de la tierra, “proceden de
Marruecos, al igual que las patatas, que las traemos durante
todo el año porque son más frecas que las de la Península y
el cliente las prefiere”, sentenció María.
Seguimos andando por la planta alta del céntrico centro de
abastos, siguiendo el olor del jurel y de la caballa. Apenas
hay novedad, no hay huella de la huelga del transporte y
Abdelkader ofrece la explicación, ya por todos conocida:
“Porque la mayoría del pescado viene de Marruecos”, como el
salmonete, sardinas, pijota, caballa y el boquerón. Tres
puestos más adelante hay chirlas, algunos bivalvos, pulpo y
atún, procedentes de la lonja de Algeciras. “Está fresco, es
de hoy”, nos sopla el tendero con ojo de buen comercial.
Inquirido sobre cómo han podido estos productos traspasar la
enfervorecida muralla humana y de camiones en los
aparcamientos de la Autoridad Portuaria de Bahía de
Algeciras y de Isla Verde, compuestas por cabezas tractoras
de todo el Campo de Gibraltar, nos ofrece el secreto: “no
están dejando pasar a los camiones grandes, pero las
camionetas pequeñas y los coches embarcan sin problemas,
porque entienden que el pase de esta carga no supone ningún
problema a su causa y nosotros tenemos que ganarnos el pan”.
En cuanto a la carne, “el mostrador lleno, con todo el
género, pero la nevera vacía”, expresó José, que vaticina su
surtido “despachado para el viernes como muy tarde
-refiriéndose a mañana”. Y es que en el particular caso de
la carne fresca y de la chacina que no se vende embalada en
paquetes de plástico individuales, se trata de un producto
que “tiene que venir todos los días, dado que la carne buena
no aguanta más de tres días”. Si cabe es el pollo el que se
ha extinguido antes. El último camión entró el pasado lunes,
según manifiesta Loli, que agrega que “no hay ya reparto por
la huelga de transporte, el viernes será fiesta y esperemos
que todo haya acabado para el próximo lunes”, momento en que
corresponde la llegada del próximo camión de reparto para
este enser.
Centros comerciales
La crisis en el sector del transporte también ha llegado a
las grandes áreas de comercio de víveres. A primera hora de
la mañana dos supermercados céntricos y el Lidl, en Cañonero
Dato, presentaban importantes huecos, no sólo en la fruta y
la verdura, que ya no había, sino en los productos envalados
y en la carne. En el caso de la compañía alemana, ya
faltaban sus conocidos postres lácteos, casi toda la
verdura, auténticas lagunas en las cajas de vino blanco y
tinto de alta gama, además de las marcas de destilería más
compradas. Congelados y carne, que hasta hace cuatro días
poblaban las neveras de los estantes centrales casi hasta
rebosar, hoy aparecer prácticamente vacías. “A nosostros nos
surte una compañía sevillana, con grandes trailers, pero,
visto los piquetes, han optado por quedarse en Algeciras y
no superar el cinturón”, expresó un trabajador del
establecimiento.
|