Tras una asamblea celebrada ayer en el seno de la Asociación
de Empresarios de Transportistas de Ceuta, los camioneros
decidieron tomar el testigo de la huelga iniciada por sus
compañeros de sector en la Península y confeccionar un
paquete de reivindicaciones propias, que hablan sobre la
bonificación de los costes de la Seguridad Social y del
gasóleo profesional entre otras, que se exigen al Gobierno
de la nación y para las que se pide apoyo de la Ciudad. Si
no hay respuesta favorable, amenazan con cortar las
carrreteras.
Un plazo de 48 horas. Ése es el tiempo que ha concedido por
consenso de su asamblea la Asociación de Empresarios de
Ceuta si no consiguen hoy una reunión con miembros del
Ejecutivo autonómico para informar sobre un paquete de
peticiones al Gobierno de la nación para el que solicitan el
apoyo de la Ciudad.
Y es que en plena ebullición de la huelga del transporte de
mercancías a nivel nacional, los empresarios del sector en
Ceuta han tomado el testigo para las reivindicaciones, que
tienen “carácter de urgencia”, según informó ayer a los
medios el presidente de la asociación, José Antonio
Carretero. Fuentes de Delegación de Gobierno afirmaron que
en una reunión mantenida con Carretero éste último les
expresó que no se iban a movilizar.
Los cinco puntos
Entre los cinco puntos que exigen, se encuentra el de
solicitar apoyo al Ejecutivo autonómico para pedir al Estado
“una bonificación para las cotas de la Seguridad Social para
los empresarios del transporte en Ceuta”, comenzó el
presidente de la asociación, José Antonio Carretero, que
advirtió de que esta medida de protección “ya fue solicitada
a los dos anterior delegados del Gobierno con lo que contó
la Ciudad”, Jerónimo Nieto y Jenaro García-Arreciado. El
segundo punto es la solicitud al Gobierno de la Ciudad el
establecimiento de un gasóleo profesional, una ayuda que ya
se presta al sector del taxi y de la línea de autobús en
Ceuta, “así como el de la pesca”, aseveró Carretero. También
se pedirá la localización de zonas concretas de carga y
descarga en la zona centro, puesto que los camioneros son
“objeto de persecución constante por parte de la policía
local y sancionados con contundencia”. En cuarto lugar,
piden la regularización de un bando de acceso a la zona del
Tarajal, que consideran “inoperante, irracional e
irreverente para los transportistas”, puesto que “no se les
permite realizar su trabajo”. Por último, pedirán la
agilización del acompañamiento policial obligatorio cada vez
que se accede con vehículos pesados a la zona centro, que se
realiza con la compañía de efectivos de la Policía Local.
Sobre este punto, el problema radica en que los conductores
de estos vehículos grandes de transporte de mercancías
“están siempre sujetos a la disponibilidad de efectivos del
momento y que no estén realizando sus labores de vigilancia
en colegios” llegando a demorarse bastante el tiempo de la
carga y descarga, “un acompañamiento por el que el
empresario paga una cuota”.
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75 céntimos de euro de un litro de gasoil son impuestos
“Las tres cuartas partes de
un litro de combustible para el camión lo representan los
impuestos”, unos 75 céntimos del euro que cuesta
aproximadamente un litro de combustible en la ciudad de
Ceuta. Un mal que perjudica a los trabajadores profesionales
de las 35 empresas del sector del transporte que operan
desde Ceuta, de las cuales un 60 por ciento se encuentran
integradas en la Asociación de Empresarios de
Transportistas. Así lo afirmó el presidente de este
colectivo, José Antonio Carretero, que agregó que la huelga
que se está viviendo a día de hoy en la Península no tiene
su seguimiento en la ciudad porque “en Ceuta no hay un
movimiento de carga a nivel profesional, sino a pequeña
escala con pequeñas actividades de distribución”. Además,
“el hecho de que no se cuente aquí con grandes
infraestructuras y autovías afecta” también para que no haya
un efecto de rebote de los paros que vive el sector en el
resto de España. Aquí, la huelga se está viviendo,
precisamente, “de otra forma”.
Carretero quiso “romper una lanza en favor de los camioneros
autónomos” y de los empresarios del sector por el precio del
combustible, puesto que llenar un depósito de 1.500 litros
de combustible “cuesta ya 1.500 euros”. Señaló que “un
barril de crudo en origen cuesta en torno a los 10 dólares”,
mientras que su precio final de mercado asciende ya a la
astronómica cifra de “140 dólares”. La consecuente operación
matemática informa de que esos casi 130 dólares del barril
se reparten entre impuestos y en manos de terceros.
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