Es lo que se desprende de dos
acciones o dos conformaciones recientes en torno a los
ilegales o irregulares.
Y en esas dos caras no pueden por menos de aparecer los
protectores del orden, la responsabilidad y el sentido
común, representados en este caso por la Guardia Civil, y en
la cara opuesta el demagogo sin tino, ni razones, que es el
coordinador de IU, Gaspar Llamazares.
He dicho, digo y voy a seguir diciendo que la Guardia Civil
ha representado y sigue representando el sentido de la
seguridad para el ciudadano, desde su fundación. He dicho y
seguiré diciendo, espero que por poco tiempo, porque le
quedan con representación en estamentos oficiales pocos
telediarios, que Gaspar Llamazares rompió desde su cargo
todo aquello potable, que algo quedaba, en las corrientes de
izquierda y ha pasado, en primer lugar a perder la herencia
que le habían dejado y a dilapidar ese grupo que ahora ha
quedado reducido a la mínima expresión.
Veamos a qué viene todo esto.
Leo que han sido detenidos dos marroquíes por intentar pasar
a un irregular en el salpicadero, y que la Guardia Civil
interceptó el vehículo en la zona de preembarque en el
puerto.
Efectivamente, la Guardia Civil estaba donde tenía que
estar, controlando el orden y tratando de impedir las
barrabasadas, en contra del orden establecido. Lo que hizo
la Guardia Civil fue cumplir con su obligación, como viene
cumpliendo a lo largo de su historia, cosa que le tendríamos
que agradecer todos los que procuramos lo mejor y tratamos
de rechazar las marrullerías y todo aquello que va contra la
ley.
Pues bien, frente a esto, veo que Gaspar Llamazares, que no
debe tener representación ni en el Ayuntamiento de su
pueblo, compara la directiva de la inmigración con las leyes
de la Alemania nazi.
Y habría que preguntarle dos cosas, una, si él ha conocido o
es capaz de interpretar alguna de las leyes de la Alemania
nazi, y la otra, si él sabe realmente las formas de
organizar, programar y poner en funcionamiento esas
directivas. A partir de ahí ya podríamos hablar.
La ignorancia es muy osada y la incapacidad para dirigir un
grupo variopinto como es IU lo es mucho más.
Además, por aquello de que querrá atraerse a los votantes
que con él al frente de IU los ha perdido este grupo y se
han ido hacia el PSOE, parece lamentarse de que el Gobierno
español comparta una propuesta que “bebe las aguas de
Berlusconi”.
Sin querer, o queriéndole dar un bofetón al PSOE le está
diciendo que en dos meses, o poco más, Berlusconi es capaz
de poner en marcha algo que frenará la invasión de Europa,
mientras que los que llevan más tiempo como Zapatero no han
sido capaces de frenar eso. Esta frase de Llamazares, de una
forma sibilina, le hace o trata de hacerle más daño a
Zapatero que cualquier diatriba, por fuerte que sea, que
tenga con la oposición.
Y no se queda ahí solamente Llamazares, cuando dice: “Parece
mentira que fustiguemos de palabra esa iniciativa de
ilegalizar a los inmigrantes que nos remite al pasado y no
seamos capaces de defender en la UE una legislación
democrática en relación a la política migratoria.
Ha anunciado el rechazo “activo” de IU a esta norma europea,
pero en lo único que quedará será en su palabra, porque otra
cosa no tiene.
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