El número de parados registrados
en las oficinas del Instituto Nacional de Empleo subió en
15.058 personas en mayo, la primera subida en este mes desde
1996, con lo que la cifra de desempleados se situa en
2.353.575 personas. La venta de coches cae un 24% y el
consumo de gasóleo, un 10%. Las ventas de pisos han
descendido un 38,5% en el último año, las inmobiliarias
empiezan a colgar el cartel de cerrado por fin de actividad
y con ello, provocan un aumento en el desempleo en otros
sectores relacionados con la construcción que podría suponer
la destrucción de la mitad del empleo creado desde 1997.
Datos que, junto a la subida de los precios de los productos
básicos en la cesta de la compra de los españoles indican
nuestra precaria situación económica circunstancia que,
incide directamente en los hogares españoles abocando a
millones de familias a la penuria más absoluta sin que
nuestros actuales líderes políticos encuentren soluciones
razonables.
No obstante, ya éramos conocedores por las informaciones
existentes así como, por la gestión económica realizada
durante el primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero
que esta no era una materia trascendental en su programa
político. Las prioridades venían marcadas por otras
necesidades alejadas de los problemas reales que inciden
directamente en el devenir de las familias españolas.
La política de Zapatero durante la pasada legislatura estuvo
repleta de críticas alusivas contra las actuaciones de los
gobiernos de José María Aznar, a ejecutar medidas dirigidas
a recordar los momentos más negativos de nuestra historia y
buscar el voto de los colectivos más desprotegidos de
nuestra sociedad justificadas todas ellas en la falsamente
denominada ideología progresista.
Pero ahora, los españoles necesitamos de un Gobierno que
reconozca en primer lugar, que nos encontramos inmersos en
una profunda crisis y por supuesto, actuar inmediatamente y
con responsabilidad a través de políticas económicas viables
que atajen nuestra precaria situación adoptando las medidas
oportunas. En definitiva, trabajar por y para los españoles.
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