La muchedumbre le aclamaba. Las
madres acercaban a sus hijos para que los besara. El pueblo
entero se tiró a la calle y entre gritos de júbilo y
vítores, recibieron a Antonio Sampietro, el que para
desgracia de este pueblo, consiguió ser el presidente de
nuestra tierra. Jamás se pudo imaginar, a lo largo de su
vida, según dicen recorriendo piscina, llegar tan alto y
esta tierra llegar tan bajo.
La llegada de este personaje, que para desgracia de este
pueblo, apareció un día por estos lares consiguiendo,
gracias a la ineptitud de miles de habitantes, más el apoyo
de todos esos que “tanto quieren a su tierra”, alcanzar la
presidencia de la misma, para vergüenza de todos aquellos
que sin “querer tanto a esta tierra”, tuvimos que luchar con
todas nuestras fuerzas, para quitarle la venda de los ojos a
esos miles de ceutíes que vieron, en el grupo GIL la
salvación de Ceuta. De pena.
La verdad, lo digo como lo siento, no sé ni me explico cómo
se ha atrevido a aparecer por esta tierra, donde su persona
no resulta bien recibida, por muchos cuentos que nos quiera
endosar el Tony, diciéndonos, más o menos, la historia con
la que hemos empezado este artículo.
Mentiría si dijese que no sé quién o quiénes le han traído,
a esta tierra, para presentar eso que él dice que es un
libro, ene. que se cuenta muchas verdades. Sabiendo los
organizadores del evento, no hace falta dar más
explicaciones. Porque con ellos, como en Granda, todo es
posible.
Perdonen pero recordando a ciertos personajillos, con menos
porvenir, en Ceuta, que un mono con vértigo, me va dar la
risa y me será imposible terminar de escribir el asunto
éste.
El hombre, cómo no podía ser de otra forma, se acordó de “EL
PUEBLO”. Oiga, que quieren qué les diga, eso es de agradecer
porque reconoció que fuimos los únicos que nos lazamos a
frenar la llegada de este personaje y su grupo y, al menos,
conseguimos que no sacara mayoría absoluta. Cosa que
consiguió gracias a una tránsfuga de no muy recuerdo para
ningún ceutí.
El editor de este periódico y dos de sus periodistas,
Cañamero y servidor, nos lanzamos a defender a capa y
espada, jugándonos el todo por el todo, incluso el capital
personal de José Antonio Muñoz en esa batalla que librábamos
en beneficio de nuestra tierra. Mientras el que presume de
ser el periódico más antiguo de Ceuta, con su editor al
frente se apresuraron a defender al GIL ¡Cuánto cariño a su
tierra!. Ya lo dijo aquel ¡”hay cariños que matan”.
Pero como la verdad no tiene más que un camino, ha tenido
que venir Tony, a poner las cosas en su sitio. La ha puesto
en su sito, como el bombero puso dos kilos de aquella época
en manos de… O como se levantó el embargo de un coche
gracias a la…. No quiero seguir. Mejor me callo pero no
venga más por aquí, contando milongas, que los demás también
sabemos cantar colombianas. Ya sabes cante de ida y vuelta,
con manzana para el camino. Tengo ciento cincuenta millones
de razones para contarlo.
Sin embargo, Tony, te agradezco que hayas reconocido la
labor de “El PUEBLO”. Otros, quienes más tenían que hacerlo
nunca lo han reconocido. Aplauden a quienes apoyaron al GIL
¡De vergüenza!
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