La Confederación Intersindical (STES, STAS y SF) calificó
ayer de salvajada europeista el contenido de la directiva de
la Unión Europea que pretende elevar el trabajo semanal
hasta las 65 horas, cuando en España el Estatuto de los
Trabajadores marca un máximo de 40 horas. “Si esta
barbaridad llega a aprobarse estaremos ante el mayor
retroceso en la lucha por los derechos laborales”, señala en
un comunicado.
La Confederación Intersindical calificó de “barbaridad” la
directiva europea que pretende elevar la jornada laboral
hasta las 65 de horas. “Si llega a aprobarse estaremos ante
el mayor retroceso en la lucha por los derechos laborales de
los trabajadores que se ha dado nunca en el continente
europeo”, asegura.
“Los sindicatos queremos extender los derechos laborales de
que disfrutamos los europeos a los trabajadores de otros
países del mundo, y nos encontramos con que la Unión Europea
lo que pretende es quitar derechos a los trabajadores
europeos para igualarlos a la baja con los de otros lugares
en los que se trabajan muchas más horas y se cobra mucho
menos”, lamenta la Confederación Intersindical.
La construcción de la Europa unida, que se presentó ante la
opinión pública como la mejor manera de avanzar en la
consecución de derechos políticos, sociales y laborales,
está sirviendo, a juicio de la Confederación Intersindical
que forman STES, STAS y SF, para retroceder en los derechos
de las personas, “como se demuestra con esta normativa, que
viene a sumarse a la aprobada hace pocos días por la que se
convierten en ley europea actuaciones que van claramente
contra los derechos humanos de los inmigrantes, que las
organizaciones sindicales no podemos permitir ni ignorar”.
La Confederación Intersindical considera que hay que dar una
respuesta clara, contundente y unitaria a esta “provocación
de los burócratas europeos, respuesta que pasa por la
convocatoria de movilizaciones y huelgas en el conjunto de
los estados europeos para defender los derechos
conquistados”.
El sindicato Comisiones Obreras (CCOO) ha anunciado que
también presionará para que el Parlamento Europeo rechace la
directiva de la UE. En una nota de prensa, aseguró que, de
aprobarse esta directiva en los términos descritos, el
Consejo Europeo cometerá una “gravísima irresponsabilidad;
con decisiones de esta naturaleza los responsables políticos
europeos ayudan a deteriorar la imagen de la UE entre los
trabajadores europeos”, añadió.
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