Dos operarios de Urbaser se toparon en la mañana de ayer con
una granada de mortero enterrada en la arena de la playa de
la Ribera, en la zona más próxima al paseo de Colón. La
Policía comunicó que es muy probable que el artefacto
provenga de los extractos de arena que se tomaron en la
bahía norte para rellenar la Ribera.
Curiosa mañana la que se vivió ayer en la playa de la
Ribera. Carlos Ruiz y José Pérez, operarios de Urbaser
realizaban las labores de limpieza rutinarias en la arena,
cuando el segundo de ellos creyó ver una piedra enterrada en
la arena, a pocos metros de la orilla. “Sólo se veía la
superficie, así que lo cogí para ver qué era”. Viendo que la
piedra tenía forma de bolo o botella y que se trataba de
algún objeto artificial se llamó a los vigilantes de la
playa para que alertaran a la Policía Local. Tanto esta como
la Nacional se personaron en la zona de la playa pegada al
paseo de Colón y acordonaron el lugar donde se encontraba el
objeto, un mortero de granada de 50 milímetros y de al menos
tres kilos de peso y que carecía de espoleta. Este último
dato no se contrastó hasta que el artefacto fue examinado
por los tédax, minutos después de ser retirado de la playa.
Carlos Ruiz, uno de los dos operarios de Urbaser, dijo que
él mismo portó la granada hasta la base de las palmeras y
que lo enterró para que no estuviera ni a la vista ni al
alcance de nadie; después lo desenterró y lo posó a la vista
de todos para que la Policía lo identificara. Ninguno de los
dos operarios sabía del peligro que conlleva manipular estos
objetos, a pesar de que Carlos sí ha trabajado con este tipo
de granadas durante el periodo de milicia realizado en
Artillería. Por fortuna, se trataba de un artefacto que
carecía de espoleta, aunque esto no es impedimento para que
pudiera haber estallado en caso de haberse pulsado algún
detonador o percutor.
Después del examen elaborado por los tédax se comprobó que
la granada de mortero tiene bastante antigüedad. Además, los
expertos consideraron que podría haber llegado a este
destino después de las obras de extracción de arena que se
llevaron a cabo hace dos veranos en la Bahía Norte para
surtir a la Ribera. Por si fuera poco, este no es el primer
artefacto que se encuentra de este tipo en esta playa, ya
que el año pasado se encontró uno similar.
Los procesos de extracción de arena propiciaron que objetos
como este, totalmente erosionados por la acción del agua,
pero que contienen kilos de carga en su interior, sigan
apareciendo en zonas públicas. Durante el día de ayer los
tédax neutralizaron el objeto para dejarlo indefenso.
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