Donde menos se espera y cuando no
hay nada que lo indique aparece la muerte contactada con la
circulación. No es que sea justificable o explicable, que
nunca lo es, pero que se dé cuando se está viajando y por
avería mecánica, por despiste, descuido o mala conducción,
se puede aceptar un poco más.
Lo que no es explicable de ninguna de las formas es que un
chiquillo de 11 años, que está entreteniendo el tiempo, que
está jugando al fútbol en una explanada, por la que no
debiera haber circulación, sea atropellado por un vehículo
que salía de un aparcamiento.
Aquí ha fallado algo grave, y no precisamente que el
chiquillo jugara, aquí, y en su día se verá, o un despiste,
o una falta de reflejos u otra circunstancia en la que no
queremos entrar ahora, ha fallado fatalmente.
Y hay que repetir que no ha sido en una vía con circulación
densa, sino que ha sido en un lugar, aparentemente,
tranquilo, donde se le ha segado la vida a un chiquillo que
esperaba, con sus padres la salida de un hermano del
colegio.
En estos momentos el dolor es grande en la barriada del
Príncipe y muy especialmente en el colegio Reina Sofía, que
es donde cursaba sus estudios el chiquillo atropellado.
Y, a pesar de la celeridad, por parte de su propio padre era
llevarlo al hospital, los médicos no pudieron hacer nada y
el niño murió.
Hasta aquí algo que puede ser el relato de uno de los muchos
percances que hay sobre la conducción y con un triste
desenlace, pero los problemas, aunque de otro tipo, pueden
venir ahora, para la parte contraria, para la persona que
conducía el vehículo, porque la identificación no parece muy
clara, ya que hay un hombre que se ha autoinculpado del
percance, pero personas que estaban cerca aseguran que no
era el hombre, sino una señora la que conducía cuando este
accidente.
¿A dónde nos lleva esta contradicción? De ser cierto que fue
el hombre que se ha autoinculpado , intervendrán los
seguros, habrá indemnizaciones y todo habrá terminado, eso
sí, con la pérdida muy grande para unos padres que ya no
tendrán a su hijo nunca más.
Si, por el contrario, es cierto que era una mujer la que
conducía ¿Qué se oculta tras el accidente?. El resultado ha
sido el mismo, se ha segado la vida a una criatura que
estaba jugando, pero el aparecer uno como autor, sin serlo,
nos podría llevar a que una persona, poco capacitada, o
carente del correspondiente permiso podría haber sido la
presunta autora de esta desgracia y aquí las cosas no iban a
estar tan claras, puesto que el seguro correspondiente
trataría de librarse de posibles indemnizaciones, además de
que la persona en cuestión, si es que carecía de permiso de
conducir, puede ser culpada de una imprudencia temeraria con
resultado de muerte y además sería culpada de conducir sin
carné, que desde hace muy poco tiempo está duramente
castigado.
Un incidente que podría haber pasado desapercibido sin esa
muerte y que va a traer cola y mucho movimiento en los
próximos días.
Informes y más informes, aclaraciones y ... un niño que ya
pensaría en sus vacaciones y que no ha podido disfrutarlas.
El suceso ha aterrado totalmente a una barriada, la
desaparición de un chavalín que deja un vacío irrellenable,
un colegio que recordará para siempre a ese alumno que se
fue cuando mejor podía vivir allí.
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