Para comparar la escuela del pasado con la actual situación
educativa que viven los estudiantes de Primaria “hay que
preguntar a los principales protagonistas”. Maestro de
Enseñanza Primaria jubilado y licenciado en Pedagogía,
Andrés Gómez Fernández ha dado una vuelta de tuerca en el
mundo editorial al publicar el libro ‘Un antes y un
después’, que recoge más de 200 testimonios, escritos en
primera persona, por antiguos alumnos de diversos centros
educativos de la ciudad de Ceuta. Tal vez la mayor
particularidad de este manuscrito se encuentre en que las
páginas, confeccionadas por estos “protagonistas en su edad
adulta, ofrece una revisión sobre cómo era la enseñanza
antaño”, además de un análisis bastante gráfico sobre la
relación “de cordialidad y respeto” que mantenían profesor y
alumnos.
“Actualmente vemos cómo los alumnos pierden constantemente
el respeto a los profesores”, comentó Gómez en una
entrevista a EL PUEBLO, en la que hizo un repaso sobre su
experiencia literaria previa con la publicación de la serie
‘Vivencias de un maestro’ en dos tomos. Gómez habla de su
última publicación como de “la oportunidad de cerrar el
círculo de lo que, en definitiva, ha sido mi vida en
comunión con la de mis pupilos, que pasaron por mis aulas y
que hoy, casi cuarenta años más tarde, se enfrenta a una
sociedad competitiva como la vivimos, que exige un alto
equilibrio y buena preparación.
Asignatura de la discordia
Solicitar a un profesor de la ‘vieja escuela’ sobre la
discordia de corte político que soporta la materia
‘Educación para la Ciudadanía’ es algo inevitable. Fernández
considera que “el error está en su propia raíz, porque no
fue consensuada por los partidos políticos desde un
principio”. De esta forma, “la materia ya nació con
problemas de base, aunque no hay grandes inconvenientes en
que se pueda instalar en las aulas con retoques”. Afirma que
el intringulis de Educación para la Ciudadanía es, “a fin de
cuentas, la educación en valores”, algo que se hace desde
que
“la escuela es escuela”, aunque “la cruz de guía en estos
valores son los propios padres”. Andrés Gómez asevera que,
con relación a la elección entre educación laica o
religiosa, “el progenitor decide”. Y arroja un dato: el
ochenta por ciento de los padres de ceutíes optan por la
enseñanza de la materia de Religión. Además, “hemos de de
tener en cuenta la diversidad de credo que existe en la
ciudad, con cuatro comunidades religiosas”.
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