El asunto de la Manzana del Revellín no ha proporcionado aún
su último capítulo, ni tan siquiera el penúltimo. El
Gobierno de la Ciudad que se ha volcado [gracías a un
mullido colchón de informes técnicos propios y externos] en
la supuesta mejor opción de traslado del mercado a la
manzana cultural de Siza, pese al ruido de alguna que otra
plataforma y empresarios del centro, puede verse obligado a
dar marcha atrás en el último momento por la falta de
acuerdo definitivo con la propiedad.
Semana, cuanto menos, trascendente para el futuro del
traslado o no del actual mercado central de abastos a la
Manzana del Revellín.
El Consejo de Gobierno determinará mañana tras el informe
del consejero de Hacienda, responsable del expediente, y las
apreciaciones del propio presidente quien también ha tenido
activa participación en las últimas reuniones con la
propiedad, si finalmente se acepta renegociar, bajar el tono
y alcanzar un último entendimiento o si por el contrario se
rompe la baraja con todas las consecuencias. El Gobierno,
por si las moscas ya hizo sus deberes y cuenta con informes
de localizaciones alternativas merced a la orden
presidencial dada en diciembre para estudiar distintas
opciones de traslado del mercado. El entorno Plaza
Vieja-Patio Hachuel y Víctori Goñalons pudiera resultar uno
de los espacios céntricos y con aparcamientos que necesita
el Ejecutivo para retirar el centro de abastos del edificio
construido en 1933 y que ya no reúne condiciones técnicas
para soportarlo.
Se trata de una nueva vuelta de tuerca ante la insistencia
de la propiedad de no rebajar un solo euro a la propuesta
realizada por la propia Ciudad hace algunos meses de
alquiler con opción a compra. Fue el último acuerdo que
cerró el Gobierno con la propiedad. Aunque eso sí, la Ciudad
debía comunicar su interés por la opción de compra, máximo,
un mes después de establecer el mercado en la Manzana. Ahora
la Ciudad quiere rebajar el precio, tras obtener el informe
del interventor y la tasación de una entidad bancaria. La
propiedad ha advertido de reacciones y Vivas puede plantear
un pulso de imprevisibles consecuencias.
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