Es la historia de un niño de mi
barrio, siempre me hacia gracia su estilo y su forma de
jugar por aquello que le hacia diferente, mas bien era un
tipo duro hecho como una piedra, hiciera frio o calor Bolo
jugaba con todos los niños y siempre parecia el mejor. Pero
me di cuenta un dia que Bolo jugaba con todos los cafres, el
siempre aguantaba y se reia y disfrutaba esos partidos en el
corredor, entre medio de tantos gamberros y gandules.
Bolo tiene unos pies grandes, demostrando que las burlas de
los demas niños petardos del barrio, se reian de sus habines,
yo les contestaba es porque será un tio grande, a diferencia
de ustedes, los demas se debaten cada noche y cada partido ,
a trompazo limpio, entre niños y los grandes, adornados por
las bajadas a la calle de los padres, ante los juramentos y
amenazas, que se pierden en un bluf cuando son de su misma
calaña…
Pero un dia Bolo me hizo quitar el sueño, salia con todos
sus amigos, un dia cualquiera del colegio, todos se daban
hostias y cates, y al final los paisanos, dijeron mejor le
damos todos juntitos al Bolo, mi mujer tuvo que correr desde
la otra acera,y meterse por medio y recriminarles a los
becerrillos, el avasallamiento contra un solo niño, de su
pandilla indefenso.
Me dio ganas de ver a los padres de Bolo, y me hizo
preocuparme por el, al final le pregunté por aquel lance, y
el me dijo que no tenia importancia, que el tambien repartia
y no se quedaba manco , que el jugaba lo que fuera en la
calle y tenia que hacerse fuerte y duro con los demás. Asi
lo veo todas las noches y todos los dias, aguantando
perrerias y disfrutando de la vida como los demas niños de
la barriada. Si lo pienso un poco todos somos como el Bolo,
la vida te enseña a jorobarse y aguantarse y aprender todos
un poco.
Me dio mucha alegria verlo ese dia, cuando el Madrid gano La
Liga, entre todos los chaqueteros, madrileños de postin y de
conveniencia, Bolo saludaba con su mano con su traje del
equipo merengue, Bolo hacia bonita la foto con su
presencia.Ahi lo veo muchas noches, corriendo la banda en
esos partiditos del barrio y no se achica con nadie. La vida
nos da ejemplos de poder jugar, disfrutar y no cortarse un
pelo y salir como uno mas a la calle, entre jaurías de lobos
y chacales. Ceuta tiene esas historias y esos duendes, quien
sabe si yo me he visto treinta años atrás como la historia
de Bolo, que no teniamos quien nos defendiera, y tuvimos que
tirar “palante” y salir a lo que fuera y codearnos entre los
cafres, sigue tu camino recto Bolo, que de mayor tu siempre
seguirás el primero por delante, los otros a buen seguro se
irán “perdiendo” por el camino.
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