Es “ la peste” que en los últimos
años ha traído de cabeza a los responsables de las playas de
Medio Mediterráneo.
Las medusas o aguavivas hace un par de años crearon más
problemas de los que se esperaban y hubo que atajar esta
plaga, si no se quería que la playa, al menos la que mira
para el Mediterráneo quedara reducida a simple elemento
decorativo del paisaje.
A su debido tiempo se actuó y se actuó con seguridad y tino,
con lo que Medio Ambiente garantiza, en estos momentos, la
efectividad y la operatividad total de las redes antimedusas,
que se vienen utilizando.
No vamos a entrar aquí en el manido asunto, cada día más, de
si el calentamiento u otro fenómeno similar es el que ha
aportado estos visitantes a los que no se había llamado.
Tampoco somos los expertos o especialistas para decir si su
crecimiento, tan grande, últimamente, se debe a que haya
menos pescados en la zona como para que hayan crecido tanto
en su cantidad. Pero lo que sí podemos decir es que había
que atajar y frenar el paso a esta plaga y se ha frenado.
La propia consejera de Medio Ambiente de la Ciudad Autónoma
comprobó hace unos días, sobre el terreno, el funcionamiento
y la efectividad de estas redes que se han instalado en el
litoral de Ceuta.
Yolanda Bel se dio cuenta de que esas redes antimedusas
están evitando que las molestas aguavivas lleguen,
especialmente ahora, a las zonas de baño de las playas de
Ceuta.
Sin demasiados alardes propagandísticos, simplemente con un
paseo en barco, pudo constatar la eficacia de la cobertura
de esta malla en las dos playas que más personal acogen,
desde ahora, La Ribera y El Chorrillo.
Y como en los últimos 20 años Ceuta pasó de tener unas zonas
de baño indignas, a tener unas playas con todo tipo de
garantías para quien las utiliza a diario, además de esa red
para contener las medusas, las playas, desde ahora mismo,
van a contar con unos barcos que recojan todo tipo de
basura.
El empresario Luis Amuedo, que es quien lleva la gestión de
la red antimedusas en Ceuta, ha destacado que no se van a
quedar en la simple malla, sino que hay una innovación que
habrá que valorar. Aseguró que se ha mejorado la
flotabilidad de la red, al incrementarse el tamaño del
corcho que la sostiene, con lo que así se previene que las
medusas puedan pasar por encima de la red que está por
encima de la línea de flotación. Como explicación técnica
nos parece importante, como realidad efectiva nos parece
mejor.
Hasta ahora, y especialmente en los días de poniente la
cantidad de medusas ha sido insignificante, cosa que
aumentará en los próximos días, en cuanto comience a soplar
el levante.
La consejera de Medio Ambiente valora, y con razón, el hecho
de que Ceuta sea pionera en la utilización de este tipo de
red, para frenar la llegada de medusas a la zona de los
bañistas.
El que Ceuta haya sido la que, en primer lugar, haya
utilizado este sistema que impide el acercamiento de
aguavivas, ha hecho que otras localidades de la costa
mediterránea se estén interesando en conocer qué tipo de
garantías da este equipamiento, y es que esta plaga está
proporcionando muchos dolores de cabeza en zonas turísticas
mediterráneas.
|