La plantilla del Girona esperaba viajar a Ceuta con la
promesa cumplida que en su día les hizo la directiva de
abonarles el mes de abril y mayo; pero no fue así. Una
circunstancia que provocó en el vestuario que “una vez más
nos sintamos engañados y vayamos a Ceuta desencantados”. Un
varapalo a pesar de la cual, “los aficionados pueden estar
tranquilos porque durante toda la temporada hemos demostrado
que nos podemos aislar de estas situaciones y rendir sobre
el campo, y más ahora que nos estamos jugando un ascenso por
el cual hemos luchado durante diez meses”.
Sea cómo sea, dentro el equipo se confía que “pagarán el que
nos deben (una parte del mes de abril y el de mayo) la
semana que viene y si no es así podríamos tomar alguna
decisión drástica que ahora mismo ni nos planteamos”. Los
jugadores tienen la sensación de que “somos los únicos que
hacemos bien nuestro trabajo”.
El vicepresidente primero del club, Ramon Vilaró, aseguraba
que “desde la junta entendemos que estén molestos y lo único
que les he dicho es que el próximo lunes cobrarán lo que
resta del abril, y que la taquilla que se haga en el partido
de vuelta será íntegramente para ellos y que por lo tanto el
día 16 cobrarán el mes de mayo y si queda dinero parte de
junio”. Insistiendo en que “la plantilla cobrará hasta el
último euro que se los debe”, explicando que el presupuesto
inicial de 1.580.000 euros se ha disparado hasta “casi los
dos millones de euros”, por desplazamientos y primas”,
concluye.
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